Pensamientos de una mente desordenada

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En un inicio era capaz de ir al infierno si era necesario porque le quería salvar a toda costa por el amor que le tenía y aún tengo.

Y ahora estaba siendo capaz de hacerlo por quién sea que quiera porque ya no me importaba si me lastimaba intentando hacer algo por ellos.

Pero no era justo.

No era justo que buscara en Neptuno lo que viví en Venus.

No era justo que convirtiera un lugar que no era en las memorias de lo que fue mi hogar.

Así que volví a aquellas "ruinas", dónde se encontraba el lugar que creí haber perdido.

Y hasta entonces me di cuenta que mi hogar, seguía siendo mi hogar.

Ahora, no me importará tardarme un tiempo en reconstruirlo todo, pues ahora se que jamás deje de pertenecer a ese lugar.

No será mi ritmo, ni su ritmo, será el nuestro.