Mis Desgracias y Yo.

Parte 2

Verán siempre he sido una persona que tiende a ser violenta...

Na mentira me volví violenta después de algunos años de sufrir de acoso escolar, generalmente mis amigos de toda la vida eran los que me defendían porque vamos tenía como veinte kilos más, no es como si fuera actualmente delgada y curvilínea, nop tristemente no, pero en fin que podía hacer alguien con sobrepeso contra el acoso, solo lo recibía y ya, pero sumándole que usaba lentes y que uno de mis bullys era mi hermano mayor... pues la gracia, es más.

Bueno con el paso del tiempo en la escuela primaria el acoso era más y más, claramente no solo era el verbal, ya estaba el físico que, si bien era demasiado malo, se metían con mis lentes y eso era dejarme parcialmente ciega, ¡No podía ver!.

Mis amigos que en aquel entonces solo eran dos, se metían en problemas por defender a una ballena que al parecer nunca iba a decir que era lo que pasaba y los maestros se hacían de la vista gorda, generalmente en mi tiempo si es que puedo decirlo de esa manera, tenías que ir en persona con el maestro del niño que te molestaba y decirle "fulanito me molesta" a la mierda yo no iba a decir eso, mis padres me regañaban por mis lentes pero que podía hacer yo ¡usar contactos!¡nunca! 

Mis amigos no estaban molestos, pero me decían que no siempre me iban a defender de los que me molestaran y bueno así fue como comencé con el circulo vicioso de ser alguien violenta.

Recuerdo que apuñale a varios compañeros por molestarme con una escuadra y después fue con los lápices, nunca me regañaron ni nada por el estilo porque después de todo ¿quién creería que alguien con sobrepeso haría algo tan atroz?

Y poco a poco fui atacando a mis compañeros y bueno al final como para eso de quinto de primaria, mi hermano se había ido a la secundaria, y yo me quedé, en ese año la mayoría de la escuela me tenían miedo más por el hecho de que se contaba lo que hice y estaba el hecho de que a un niño le rompí tres dedos, de ahí el miedo. Pero siempre existían valientes que me retaban y terminaban llorado.

Como fuera, mis amigos me cuidaban y me defendían, lamentable el hecho de que ya no tengo a ninguno.