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Me levanto en mi cama y siento gusto a vómito en mi boca. No recuerdo bien todo lo que sucedió anoche. Veo mi techo lleno de clavos, mi guitarra roja, mi ventilador negro. Pienso en fumar. Pero sé que debo ir afuera para fumar. Pues adentro no se puede. Necesito fumar, porque siento que sino voy a morir. Siento una gran angustia porque si no fumo no puedo despertar. Sin ese cigarro no puedo empezar el día.

Me da una gran ira no poder hacerlo. Son solo diez pasos y ya. Ya estaría afuera y podría al fin prender uno. Pero no tengo ganas.
¿Vale la pena realmente ir hasta afuera?
Voy a fumar adentro y listo.

Pero otro pensamiento me molesta; Tengo que tomar la caja de Rothmans, el encendedor, y prenderlo. Debo pegar una pitada y luego tragar el humo y largar la bocanada. No tengo ganas de llevar adelante ese proceso.

Pero tampoco puedo seguir vivo sin el gusto a tabaco en mi boca. Lo necesito. Es más agradable que el gusto a fideos con salsa, vino, clonazepam, y jugos gástricos.

Pero me da flojera.

Pero también me incita a fumar tanta indecisión.

Me destapo, miro la caja de Rothmans que me devuelve la mirada. Me dice cosas de lejos. Me llama. Pero mi cama me atrae. Me tiene imantado. Me ata a las sábanas. La almohada me tiene pegado. Qué vida sulfúrica. Tan amarga como los Rothmans. Tan amarga como el gusto a vómito.

Finalmente conseguí la inspiración para el arte de prender un cigarro. Pero este se siente raro. Sabe a música. Sabe a colores psicodélicos. Creo que me confundí de caja.

Era otro, no era un Rothmans. Era otra cosa. No era mi cigarro habitual. Este tenía algo de otro universo. Este me hizo sentir que todo se borroneaba. Todo estaba más tibio. Y mis pensamientos se mezclaban unos con otros. Primero estaba pensando en lo gracioso que suena la palabra "competencia" y al rato estaba pensando en cómo se puede volver millonario un simple hombre con un sueño.

Duró más de una hora este efecto. Hasta que al fin se terminó y volví a mi amargura. A mis ganas de fumar pero no poder por la angustia de abandonar la comodidad de mi cama. Se volvieron a apagar los colores del mundo. Se volvió a teñir de gris mi aura. Y mis sueños volvieron a ser solo sueños. Me dolió entender que mi vida solo sería alegre si cambiaba a los Rothmans por el cigarro psicodélico.

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⏰ Última actualización: May 09, 2023 ⏰

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