El chico detrás de la máscara [New Edition]

La máscara

Elías tiene dieciséis años, es un estudiante modelo, las chicas de todos los grados siempre lo persiguen porque es el más atractivo de la escuela, cada vez que se presenta la oportunidad le dan obsequios como: chocolates, dulces, comida casera, anillos, relojes de marca y en algunos casos ropa de diseñador, entre otros.

Pero siempre los rechazaba, aunque no importaba cuantas veces se negara estos mismos aparecían en su butaca o en algunos casos en la entrada de su casa, por otro lado, los chicos eran arrogantes con el cada vez que podían, cuando se presentaba la oportunidad le jugaban bromas pesadas, sin embargo, no se permitía quedar en ridículo frente a estos actos crueles y arremetía contra el orgullo de sus abusadores.

En consecuencia, obtuvo una pasajera paz que terminaba en cuanto sus abusadores se reponían del daño, desafortunadamente esas acciones eran demasiado frecuentes, pero a pesar del acoso que recibía, él se mostraba indiferente a sus actos. Nunca pudo considerar la idea de tener amigos debido al secreto que guarda desde que tiene memoria. Padece del Trastorno de Identidad Disociativo, conocido como Personalidad Múltiple, por momentos aparece sus personalidades cuando esta consiente del "cambio" y en otras donde sucede lo contrario.

Vive manteniendo el equilibrio entre sus personalidades en su día a día. En algunas ocasiones ha tenido que contener el "cambio", cuando aparecen, que genera una terrible agonía. A veces siente que sus personalidades pueden salir a la luz por las agresiones de sus compañeros o recuerdos de la infancia que rondan en su cabeza, como recordatorio de su estilo de vida como de las consecuencias que esto traería. El miedo de ser descubierto es inminente, al igual que la ansiedad.

Pero el destino le tiene preparada una cruel jugada con la llegada de una chica de intercambio. Su apariencia es atractiva a la vista, todos quedaron boquiabiertos y muy molestos al saber que se sentaría a un lado de Elías. Ella comienza a caminar hacia su butaca.

­­­­― Mucho gusto en conocerlos... mi nombre es Nanami Takahiro, espero seamos amigos ―. Dijo con voz tímida al cruzar miradas con algunos de sus compañeros.

Hubo un silencio incomodo por unos segundos, mientas que el profesor saca la lista de asistencia, como era de esperar los chicos le regresaron el saludo con un "igual nosotros", en coro como si un concurso de canto se estuviera llevando a cabo por desgracia esto crearía la oportunidad perfecta para molestar a Elías.

― ¡PROFE, ESE NO ES UN BUEN LUGAR! ―.

― ¡MEJOR COLOQUELA EN OTRO LADO! ―.

― ¡HAY MÁS LUGARES VACÍOS! ―.

El profesor miro a su grupo sin decir nada, después las chicas con mucha más exigencia pedían lo mismo. Nanami comienza a sentirse incomoda por los gritos enardecidos de sus compañeros. De un momento a otro sintió una mirada penetrante, pero, por un momento dejo de sentirse incomoda. Movió su cabeza de lado a lado buscado aquella mirada, hasta que encontró a su dueño, era su compañero que se encontraba sentado a un lado de ella.

Esta acción género que sus miradas se encontraran, el ambiente entre ellos cambio drásticamente a una tranquilidad inexplicable por unos instantes. La mirada del chico expresaba una sonrisa amable y cálida, Nanami se quedó hipnotizada por aquella expresión de amabilidad. De un momento a otro vuelve en si sonrojándose, gira su cabeza al lado contrario ocultando la vergüenza que sentía. Su compañero a ver su reacción soltó una pequeña risa burlona.

El profesor con un fuerte grito calmo a sus alumnos, dejando en claro que ese será su lugar de manera permanente, durante las siguientes clases el ambiente era ridículamente tenso y silencioso. Al terminar las clases como era de esperar algunos chicos se juntaron en la entrada del salón, obstruyendo la salida, algunos miraban atentamente al interior del aula como si estuvieran esperando algo o alguien, otros observaban el pasillo casi desierto, mostrando una actitud ansiosa.