Es la mañana del sábado, no existe mejor forma de empezar el día que desayunando huevo con tocino frito acompañado con jugo de naranja fresco, el pan tostado con mantequilla se encontraba en medio de la mesa. Miranda, madre de Nanami prepara el desayuno con su esposo Sebastián, quien es un chef muy reconocido a nivel mundial. El olor de la comida comenzó a recorrer toda la casa, Nanami entre sueños logra percibir ese delicioso olor que termina despertándola, levantándose y vistiéndose lo más rápido que pudo. Comienza a bajar las escaleras cuando a mitad del camino escucho la voz de su madre que le llamaba para desayunar, su madre y padre estaban sentados en la mesa cuando vieron a Nanami sentada con ellos, conteniendo la falta de aire por la carrera que emprendió. Su padre en broma dice:
― Cariño... hay un flash entre nosotros ―. Miranda comenzó a reírse, mientras que Nanami le reprochaba a su padre como era de esperar la madre tuvo que intervenir en la pequeña guerra campal entre su esposo e hija.
― Ya, ya tranquilos, recuerden que hay comida en la mesa y si sigue peleando va a enfriarse. Mejor comemos y luego seguimos con guerra ¿qué les parece? ―.
― Esta bien, solo porque tú lo dices mi amor ―. Contesta Sebastián tomando la mano de su esposa.
― Esta bien mamá ―. Dice Nanami fulminando con la mirada a su padre.
― Bien, ahora hay que hacer una oración ―. Todos juntaron sus manos una con la otra y dijeron una pequeña oración, al terminar empezaron a comer.
Claro las bromas no faltaron en plena comida, como era de esperar las risas hicieron su aparición es algo habitual en esa casa. Nanami al terminar de comer recoge su lugar para dejar los trastes sucios en el fregadero, después se retira a su habitación, toma su violín para guardarlo en su funda, después lo agarra para bajar las escaleras con una leve sonrisa, se topa con sus padres en el camino para despedirse de ellos. Al salir de la casa empezó a caminar al parque que se encontraba cerca, uno de sus pasatiempos es tocar el violín en los parques que estén en abundancia con árboles.
En casa de Elías
Prepara un montadito de pavo, queso y lechuga asados para el desayuno, al terminar comienza a despertar a Zen.
― ¡Zen, Zen! Ven a comer, ya está listo el desayuno ―.
― Voy... ya voy, solo cinco minutos más ―.
― Vamos no seas flojo, rápido hice tu favorito sino te apresuras se va a enfriar ―.
Elías comienza a servir la comida en platos, cuando llega Zen un poco somnoliento para ayudarle a poner la mesa, al terminar ambos tomaron asiento, juntaron sus manos para decir una oración para dar gracias por la comida. Después empezaron a comer, como era de esperar Zen no dejaba de expresar su felicidad en cada mordida. Aunque a veces esa felicidad es interrumpida cuando Elías pregunta ¿Qué tal esta? Y al contestar se pone a llorar y no entiende por qué.
― Oye Zen... ―.
― ¿Qué pasa Elías? ―.
― Dime, ¿Qué tal esta? ―. Pregunta Elías con una sonrisa y entre cerrando los ojos. Zen comienza ahogarse. Maldición otra vez esa pregunta, si contesto te pondrás a llorar. Pero las cosas se pondrán raras ya que quien llora es Max y no tú, ¿Qué debería hacer en estos casos? Por favor Dios ayúdame, dame la fuerza para superar esta prueba con la que tengo que lidiar todas las mañanas -. Pensó Zen evitando mirar a la cara de Elías.
― Zen, ¿sucede algo? ―.
― ¿Qué? Nada, nada no pasa nada, no te preocupes estoy bien solo se me fue por otro lado ―.
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El chico detrás de la máscara [New Edition]
Fiksi RemajaElías padece el Trastorno de Personalidad Múltiple el cual es producto de una serie de traumas en su infancia provocando inconvenientes durante años, aunque es consciente que a veces es mejor no recordar su pasado por su propio bienya qué desconoce...