𝑇𝐻𝐸 𝑇𝐴𝑆𝑇𝐸 𝑂𝐹 𝑌𝑂𝑈𝑅 𝐿𝐼𝑃𝑆 - Haikaveh

Capítulo único.

El estrés es la respuesta física o mental a una causa externa, como tener muchas tareas o padecer una enfermedad. Un estresor o factor estresante puede ser algo que ocurre una sola vez o a corto plazo, o puede suceder repetidamente durante mucho tiempo. ¿Algo podrá relajar algo así? ¿Algo podría curar todo ese dolor y pensamientos negativos? Alhaitham sabia que sí, sólo tenía que comprobarlo con kaveh, el que estaba enamorado desde que lo conoció.

Siempre cuando llegaba a casa, se encontraba con un kaveh agotado, el sofá desordenado debido a que el arquitecto se encontraba durmiendo ahí, varios planos en el suelo y una Copa de alcohol en la mesita de a lado. Suspiro y su cara que antes que era normal se convirtió en una triste, le dolía ver a su amado así. Se acercó a él, y lo cubrió con una manta, recogió todo el desorden que había y luego alhaitham se durmió en el otro sofa, no le gustaba dejarlo solo.

A la mañana siguiente, se despertó por el olor agradable que estaba empezando a presentarse, pudo ver que ya era de día y suponía que kaveh se estaba haciendo el desayuno. Se levantó con felicidad, aunque su cara no lo demostrará ni su tono de voz, sabía que por dentro estaba demasiado feliz de nuevamente estar con kaveh... Aunque lamentablemente no eran nada. Alhaitham estaba enamorado de kaveh en secreto, kaveh nunca lo sabrá (o eso pensaba)

- ¿Te fue bien ayer? – el escriba pregunto mientras se dirigía a la cocina y se recargaba en la pared.

- ¿Uh? Ah, no, el cliente no le gustó mi proyecto.

Mierda, a kaveh no se le veía para nada bien... Sus ojeras eran tan notables que eran preocupantes al igual que su piel pálida.

- ¿Y si te das un descanso? – dio un sorbo a su café que anteriormente se había servido mientras kaveh decia su respuesta.

- ¿Estas loco? Claro que no, no puedo. Tengo que pagar mi gran deuda, ¿por qué la gente piensa que soy un maldito arquitecto que todos piensan que es el mejor y que es famoso? Blah, blah. Nadie me entiende...

Alhaitham intenta entenderlo, haría todo por él, aunque fuera difícil.

- Uhm... Como quieras, ¿quieres ir a tomar unas copas de vino en la taberna?

Los ojos de kaveh brillaron y miro a alhaitham de inmediato.

- ¡Claro! Será en la tarde, te veo ahí...

El escriba asintió. Ambos se dirigieron a su trabajo normal, pasaron las horas, el atardecer llegó, se escuchaban las risas de los niños, pláticas de los padres, las hojas de los árboles moviéndose debido al viento, el sonido del agua... El ambiente si que era agradable.

Alhaitham entró a su casa y se fue a tomar una ducha mientras esperaba que kaveh llegará para irse a la taberna juntos.

Y así fue, kaveh llego... Pero demasiado cansado, que hasta se derrumbó en el sofá y se acomodo apuntó de dormir, en ese momento alhaitham salió ya vestido, asustando a kaveh, ya que se había acordado de que tenían que ir a la taberna, sentándose rápidamente en el sofá.

- Te ves cansado. ¿Seguro que quieres ir?

- ¡C-Claro que sí! ¿Cansado yo? Pfff.. Jaja! No me hagas reír, vamos...– Se levantó del sofá y se dirigió a la puerta para abrirla, pero alhaitham lo detuvo.

- Mejor tomemos aquí. No quiero que te duermas en la taberna. No de nuevo.

Kaveh re soplo, asintió y se sentó nuevamente en el sofá esperando a que alhaitham trajera el vino. Cuando lo hizo, empezó a servir en las copas, kaveh adoraba ver cómo el vino llenaba a la copa con su dulce amargo sabor.