Me pediste que me quedara,
Que tonta fui pensando que me, amabas
Cuando en realidad
Solo me querías desnuda en tu cama.
Mostrarme como trofeo ante tus compañeros de Brahama.
Y mientras a ti te felicitaban
A mi me preguntaban que te encontraba.
Tal vez lo vi desde el principio
Pero no quise creerlo
Tal vez por las lágrimas que tirabas en mis pechos
Tal vez por el sabor amargo de tus labios
Siempre se supo que me gustan las cosas amargas
Y tu fuiste una de esas
Lastima que no funcionó
El amargo también tiene su matiz
Y tu... ya me aburriste entre tanto desliz.