(66) LA CULPA

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Tenía miedo, no quería entrar en su casa y ver lo que habían dejado dentro de ella, pero ya eras las tres de la mañana, no podía seguir ahí a fuera hasta que sus vecinos despertaran para irse a trabajar y la vieran ahí tirada en el jardín o que regresaran los odiosos periodistas.

¿No podía llevar una vida tranquila? Se supone que después de su divorcio ella aprendería a vivir sin HyunSuk en su vida y saldría adelante sola. Ahora la vida se había tornado oscura y sangrienta, como la peor pesadilla escrita en un libro de terror, ¿Qué sería de su vida? ¿Podría hacer como si nada, o la culpa la iba a arrastrar hasta lo más profundo de la oscuridad cerrando las posibilidades de querer continuar?.

Abre la puerta con cuidado y miedo, se detiene antes de entrar en la sala. Una voz en su mente le grita que aún está a tiempo para hacer lo que ese doncel le había dicho. Podía retroceder y hacerse la víctima de todo esto, llamar a la policía fingiendo que no sabía nada, aún podía... Pero jamás escuchó lo que esa voz le decía, entró en la sala y un grito desgarrador por la escena sale de sus labios a penas sus ojos contemplan el asesinato de HyunSuk.

—¡HyunSuk!..— Corrió hasta él y quiso tocarlo, pero no se atrevió. —¡Perdóname, es mi culpa! ¡Esto es mi culpa!

Sus pies descalzos habían pisado la sangre que se hallaba en el suelo, aterrada retrocede y cae de espalda. Llora asustada al verse tan manchada de sangre, mira frente a ella y el cuerpo de él sigue sentado en el sillón. Quería huir de ahí, ¿Pero a donde iría así? Era cómplice de esta muerta, era la principal culpable de la muerte de HyunSuk, ella lo permitió cuando se dejó cegar por el rencor y también aquél doncel no había parado de repetirle como había sido su vida al lado de HyunSuk una y otra vez.

—Soy culpable...— Susurró entre gimoteos.

El dolor y la culpa se han apoderado de su mente jugándole una mala pasada, ha dejado que su mente la controle y ella jura escuchar la voz de HyunSuk culparla de todo, el le grita ferozmente. Asustada se queda en un rincón de la casa tapándose sus oídos no queriendo oír más, en todo momento se queda viendo el cuerpo de HyunSuk y piensa que se ha enloquecido al verlo muerto, pero escucha su voz fuerte y claro. Esa voz la maldice y le recuerda que siempre será una inservible que no le dió nada bueno a él,

Consumida por el miedo grita que se detengan esas voces y de a poco van cesando, hasta que ya no se oye ni una sola palabra agresiva. Mira a todos lados no sabiendo qué hacer, ¿Debía llamar a la policía y decir la verdad? pero si lo hacía sus hijos saldrían afectados, su vida no le importaba en estos momentos, pero no podía callarse esto, iba a enloquecer cada segundo que pasara.

Corrió al baño y abrió la llave, quitó la sangre de sus manos que habían quedado manchadas cuando se había caído. Termina de quitarse la sangre y mira el frasco de pastillas y las demás en cajas.

—Acabar con mi vida me dará paz y mis hijos no saldrán afectados.

A tomado el frasco y las demás pastillas, caminó hasta donde estaba HyunSuk, se paró detrás de él y se sentó en el suelo apoyando su espalda en el sillón, miró la gaveta frente a ella sonriendo con melancolía, de ahí sacó su álbum familiar donde sólo quedaban los buenos recuerdos de lo que fue su familia alguna vez. Acarició con melancolía la foto donde salía ella con sus hijos, sin importar cómo había sido su unión familiar, ellos habían crecido con valores y se habían convertido en grandes personas, de los cuales estaba orgullosa. Los amaba demasiado y era doloroso lo que estaba por hacer condenándose a no verlos nunca más y no haber llegado a conocer a su nieto. Su hija estaba en espera del nuevo miembro de la familia y esto HyunSuk nunca lo supo por la pésima relación familiar, además de que su hija le pidió que jamás se lo dijera y ella comprendió las razones.

VENGANZA AMARGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora