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Estaba a punto de terminar de revisar unos documentos para terminar su día en la oficina, había sido una semana de salidas tardes por carga de trabajo y hoy era el primer día que podría salir temprano. No es que tuviera un plan al llegar a casa pero sin duda una ducha no le caería mal para relajarse.

Salí de la oficina para entregar un documento que mi secretaria debía enviar el día de mañana a uno de los socios para salir rumbo a casa.

- Aquí esta el documento, recuerda enviarlo al señor Tawan - extendí la carpeta - Puedes retirarte si ya terminaste tu trabajo, nos vemos mañana Sam.

- No se me olvida el destinatario, no se preocupe, solo hago una llamada y me voy - sonrió - Hasta mañana Sr. Chiva-aree, que tenga una estupenda noche.

Asintió, ya deseara tener una estupenda noche pero lo más que podría tener es una buena noche y no es que la idea le pareciera mal pero deseaba algo más, algo que amaba tener todo el tiempo pero que ahora no estaba.

Salió rumbo a su casa que estaba a unos treinta minutos de la oficina en la zona alta de la ciudad, si, la zona donde residían personas que estaban cómodamente forradas en dinero, no por nada era uno de los empresarios más famosos en el top diez de Asia.

Salió rumbo a su casa que estaba a unos treinta minutos de la oficina en la zona alta de la ciudad, si, la zona donde residían personas que estaban cómodamente forradas en dinero, no por nada era uno de los empresarios más famosos en el top diez d...

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Al llegar a casa aparcó el vehículo y bajo para entrar. Busco a Lucy la ama de llaves, se encargaba de que la casa estuviera en orden por lo que trataba directamente con el resto del personal y pasaba las ordenes que él, le daba a ella. Pensaba darle unas indicaciones para el cuidado del jardín pero ya lo haría después, al parecer las tres personas que trabajan fijo en la casa se habían ido temprano, ya hablaría con ellos por que no era su hora de salida todavía.

Esperaba que hayan dejado la cena lista en el horno, si no tendría que pedir delivery. Subí las escaleras con pereza dispuesto a una ducha, luego cenar para hacer una llamada y a dormir. Cuando llego a la puerta de la recamara principal siento un olor a fresas inundar el espacio de la planta, lo más probable es que hayan encendido el climatizador de la habitación para que me reciba el olor tal como me gusta, no hay otra explicación.

Abro la puerta y esta casi a oscuras de no ser por la pequeña luz en el medio de la habitación que destella para climatizar el ambiente. Cuando cierro la puerta para adentrarme más a la habitación siento dos manos suaves rodear mi cintura por detrás al momento que su cuerpo se pega al mío y sus labios besan mi nuca.

- Hola mi amor, por fin has llegado - habla con esa voz tan suave pero a la vez tan sensual que me encanta.

Tomo sus manos que están entrelazadas en mi torso y sonrío, no puedo creer que este aquí.

- Hola bebé, esto si es una grata sorpresa - acaricio sus manos - Pensé que llegarías en unos días más.

Estaba en un viaje de trabajo, mi precioso novio era embajador de prestigiosas marcas por lo tanto debía viajar para promocionar, tomar fotos, asistir a eventos entre otras cosas que demandaba su trabajo. Llevaba más de una semana fuera los cuales habían sido un infierno para mi, lo extrañaba demasiado a mi lado, su ternura y su sensualidad eran mi perdición.

DESDE QUE TE CONOCÍ > ONE~SHOT Donde viven las historias. Descúbrelo ahora