Lo que un manga formó

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Era de mañana y Ana se estaba alistando para ir a la escuela. Estaba arreglando sus cosas en su bolson cuando recordó que tenía que meter el manga de Tokyo Revengers, ya que sus amigas querían ver el manga por el cual casi se quedó pobre.

Ana metió el manga en su bolso y se dirigió a su escuela tercermundista.

Era hora de lenguaje y tenían la hora libre ya que la maestra nunca llegaba, entonces Ana estaba hablando con su amiga Tatiana sobre su vida hasta que se acordó de que llevó el manga y se lo enseño.

Mientras tanto, en otro lugar, estaban Marcelo y Ariel hablando. de cualquier mamada.

Hey Ariel, te enseño mi buddy - dijo Marcelo sonriendo.

"Dale - dijo Ariel mientras iban al pupitre de Marcelo.

Como amo a Kazutora - dijo Ana, si existiera y viniera a esta escuela tercermundista, yo tendría mi embarazo adolescente.

Qué simp - dijo Tatiana mientras leía el manga.

En ese momento llegaron Ariel y Marcelo, y Ariel se les quedó mirando porque tenían el manga. Tatiana se dio cuenta de eso y lo juzgó, y le preguntó por qué las estaba viendo.

Ah, perdón, es que vi que tenían el manga de los pandilleros - dijo Ariel un poco avergonzado.

Ana se sorprendió un poco porque Ariel sabía de eso y pensó que podía sacar tema de conversación gracias a eso.

"¿Te gusta Tokyo Revengers? - preguntó Ana.

No, pero me interesa leer el manga, dijo Ariel con una pequeña sonrisa.

¿Cuánto te costó? - preguntó Ariel curioso.

Dios, casi quedé pobre por esto, pero valió la pena - dijo Ana.

Ariel se rió por lo que dijo Ana y pasaron toda la hora de lenguaje hablando sobre mangas, mientras sus amigos estaban ahí de metidos.

Cuando Ana llegó a su casa, estaba feliz porque había interactuado con Ariel, así que puso en sus estados "Hoy viví un momento muy lindo con él 😻💗". Tatiana le hizo bullying casi por una semana por ese estado.

Desde que Ariel había comenzado a hablar con Ana, no había podido sacarla de su mente. Cada vez que la veía, su corazón latía más rápido y su estómago se llenaba de mariposas. Habían pasado unos pocos meses desde que se conocieron gracias al manga de Tokyo Revengers, pero Ariel sentía como si la conociera de toda la vida.

Finalmente, decidió que era hora de dar el siguiente paso. Quería decirle a Ana lo que sentía por ella y no podía esperar más. Después de pensarlo mucho, decidió que el lugar perfecto para hacerlo sería en Plaza Mundo.

Ariel le escribió a ana que si quería salir con él y ana con gusto acepto, ariel estaba muy nervioso nunca pensó llegar tan lejos.

Cuando llegó a Plaza Mundo, se encontró con Ana y se quedó sin palabras. Estaba vestida con un hermoso vestido rojo y tenía una sonrisa radiante en su rostro.

Hola Ariel - dijo Ana, acercándose a él.

Hola Ana - respondió Ariel, sintiendo cómo se aceleraba su corazón.

Después de dar un paseo por el centro comercial, Ariel llevó a Ana a un lugar tranquilo donde pudieran hablar a solas. Se sentaron en un banco y Ariel tomó una respiración profunda.

Ana, hay algo que quiero decirte - comenzó Ariel, tomando las manos de Ana en las suyas.

Qué pasa? - preguntó Ana, con una mirada de curiosidad en su rostro.

A lo largo de estos últimos meses, he llegado a conocerte muy bien y... bueno, no sé cómo decir esto... Ana, me gustas mucho. Me gustaría ser más que amigos contigo - dijo Ariel, sintiendo la emoción en su pecho.

Ana se quedó en silencio durante unos momentos, pero finalmente respondió.

Ariel, yo también siento algo especial por ti. Me gustas mucho también - dijo Ana, sonriendo.

Ariel se sintió como si una enorme carga se hubiera quitado de sus hombros. No podía creer que Ana sintiera lo mismo que él.

¿Quieres ser mi novia? - preguntó Ariel, con una sonrisa tímida.

¡Sí, claro que sí! -respondió Ana, abrazando a Ariel con entusiasmo.

Ariel y Ana pasaron el resto del día juntos, disfrutando de su nueva relación. Se sentían felices y emocionados por lo que el futuro les deparaba.

Desde ese día, Plaza Mundo se convirtió en un lugar aún más especial para Ariel y Ana. Cada vez que pasaban por allí, recordaban aquel momento en el que se declararon su amor. Y aunque la vida tenía sus altibajos, siempre sabían que podían contar el uno con el otro.

Fin.




Lo que un manga formó | Ana x ArielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora