RENACIMIENTO DE LA VILLANA: LA ESPOSA MALVADA DEL JOVEN MAESTRO LU

Capítulo 11 - Debería haberte escuchado (1)

Una vez que Mo Yuchen salió, Xi Qian se sentó apresuradamente junto a Su Xiaofei en la cama y tomó el brazo de este último.

"Feifei, ¿estás bien?" Preguntó con una extraña expresión en su rostro.

¿Fue el repentino cambio de comportamiento de Su Xiaofei similar a lo que Mo Yuchen afirmó anteriormente? ¿Su mejor amiga solo estaba tratando de jugar un juego mental con él, o Su Xiaofei realmente lo había superado?

Xi Qian había sido la mejor amiga de Su Xiaofei desde que estaban en cuarto grado y estaba al tanto de la obsesión de Su Xiaofei por Mo Yuchen. Nadie conocía mejor a Su Xiaofei cuando se trataba de Mo Yuchen que Xi Qian, ya que Su Xiaofei solo le confió sus sentimientos hacia ese hombre a su mejor amiga.

Su Xiaofei, por supuesto, estaba al tanto de lo que estaba pasando en la mente de Xi Qian, pero no podía culpar a su amiga por dudar de ella. En su vida pasada, para que ella se casara con Mo Yuchen, había realizado esfuerzos inconmensurables para que esto sucediera.

"Estoy bien ahora, Qian. El médico dijo que puedo irme a casa mañana". Su Xiaofei le dio a su amiga una pequeña sonrisa.

Xi Qian se congeló. Ella y Su Xiaofei solían discutir mucho sobre Mo Yuchen, especialmente sobre cómo Xi Qian pensaba que él no era lo suficientemente bueno para su amiga, pero Su Xiaofei insistió en perseguirlo. Xi Qian no podía creer que habría un día en que Su Xiaofei encontraría al hombre repugnante, lo suficiente como para ahuyentarlo en su presencia.

Por mucho que amaba a Su Xiaofei, Xi Qian estaba en contra de que su amiga estuviera con un hombre que claramente no estaba interesado en Su Xiaofei ni en su bienestar. ¿Cómo podría soportar ver a su amiga siendo intimidada repetidamente por Mo Yuchen?

Incluso Lu Qingfeng estaba mirando a Su Xiaofei, sumido en sus propios pensamientos. El leve ceño fruncido en su rostro era una indicación de que también sospechaba de la intención de Su Xiaofei y su repentino cambio de trato hacia su prometido.

Su Xiaofei le dio a Xi Qian una sonrisa amable antes de apoyar su cabeza en el brazo de su amiga con cariño. Ahora que tenía la mente más clara, se preguntó qué la hizo enamorarse locamente de Mo Yuchen en su vida pasada. Pensando en cómo actuó y su confusión en el pasado, Su Xiaofei quería darse una palmada en la cara.

Las tragedias que habían caído sobre su familia y Lu Qingfeng podrían haberse evitado si hubiera dejado de lado su obsesión con Mo Yuchen. Cuanto más pensaba en ello, más resolvía hacer las cosas bien.

Si bien era cierto que ella planeó contra él y Ye Mingyu en su vida pasada, tratando de hacerlos sentir miserables, Su Xiaofei nunca intentó matarlos. Entonces, ¿por qué ella, la que todos consideraban una villana, tuvo que perder a su hijo?

Ella debe haber sido realmente tonta en ese entonces. Sin embargo, esta vez, a Su Xiaofei no le importaba ser una villana a los ojos de todos, siempre que pudiera reírse el último.

"¿En serio? ¿Ya no te gusta Mo Yuchen?" Xi Qian trató de sondearla en busca de respuestas.

"Me di cuenta de que era una tonta por perseguir a un hombre que obviamente no está interesado en mí. Si no le gusto, entonces que así sea. ¿Por qué necesito hacer mi vida más difícil de lo que ya es?"

Su Xiaofei pensó que su yo anterior era ridículo. Fue criada por su madre adoptiva como heredera, sin embargo, se rebajó a amar a ese tipo de hombre, y lo peor era que ¡él la había rechazado repetidamente una y otra vez!

Xi Qian se mordió el labio inferior, pero no se atrevió a cuestionar más a Su Xiaofei. Podía ver en los ojos de su amiga que había decidido no perseguir más a Mo Yuchen, lo cual era algo bueno. Solo podía esperar que Su Xiaofei no cambiara de opinión esta vez.

"Entonces es genial que hayas superado a ese tonto. Te dije que no te conviene, Feifei". Xi Qian le devolvió el abrazo a Su Xiaofei y sonrió.

"Correcto. Debería haberte escuchado hace mucho tiempo". Su Xiaofei escondió su sonrisa siniestra detrás del cabello de Xi Qian.

"Es suficiente que lo sepas". Lu Qingfeng les recordó su presencia.

Su Xiaofei lo miró y vio que todavía tenía el ceño fruncido en su hermoso rostro.

Al mirar al joven Lu Qingfeng, Su Xiaofei sintió que había pasado mucho tiempo desde que lo había visto tan cerca. Todavía tenía algunas de sus características infantiles, pero estaba segura de que se convertiría en un excelente espécimen de hombre en el futuro.

De hecho, todo estaba bien por ahora. Todavía tenía la oportunidad de cortar sus lazos con ese bastardo de Mo Yuchen, salvar a su madre de morir con el corazón roto y prohibir que Lu Qingfeng se convirtiera en un tirano vicioso en el futuro.

Si sus suposiciones fueran correctas, también podría cambiar el futuro de Lu Qingfeng. El recuerdo del hombre que se había parado frente a su lápida con un par de ojos apáticos todavía estaba claro en su mente.

Su Xiaofei nunca quiso volver a verlo en ese estado. Sin embargo, mientras miraba a Lu Qingfeng, de quince años, se dio cuenta de que la intención de su corazón, incluso a una edad tan temprana, ya era demasiado profunda para que ella no la notara.

"Ahora que eso finalmente se resolvió. Traje su pastel de queso con arándanos favorito, hermana Xiaofei". Lu Qingfeng dijo con una cara seria, lo que irritó a Xi Qian de inmediato.

Antes de escuchar la discusión entre Mo Yuchen y Su Xiaofei, se conocieron en la panadería local y pelearon por quién debería comprar el último pastel de queso para Su Xiaofei.

Xi Qian no nació en una familia adinerada, a diferencia de Su Xiaofei y Lu Qingfeng, y solo recibió unos pocos cientos como asignación mensual de sus padres. Por eso necesitaba conseguir un trabajo de medio tiempo para mantenerse.

"¡Oye! ¡¿No acordamos decir que lo compramos juntos?!" Ella exclamo.