Pov Elena
Gracias a mis conexiones y mi previa estancia como alumna en esta escuela, me dieron el cargo de maestra. Sin embargo, debía asistir a una entrevista con el director del centro para ponerme al tanto de los detalles, refrescar mi memoria respecto a las instalaciones y mostrarme mi lugar de trabajo.
Al deambular por los jardines del colegio, una sensación nerviosa se apoderaba de mí. El nuevo director, un misterio completo; apenas tenía noción de su identidad, excepto por el hecho de que no era la misma persona que dirigía la escuela en mis días como estudiante. A lo largo de doce años, nada parecía haber cambiado: el camino inmutable, el bosque con sus imponentes árboles y esa extensión de césped, un lugar de memorias compartidas con mis amigos. Un cúmulo de recuerdos invadía mi mente. El portón imponente, un fuerte contraste con la figura de la mujer que aguardaba mi llegada: una pelirroja de baja estatura, pero con una sonrisa deslumbrante.
-¡Bienvenida, señorita Cabreiro! Encantada de conocerla. Soy Marylin Thormhill- dijo con una sonrisa amplia mientras extendía su mano hacia mí.
-El placer es mío, señorita Thormhill- respondí estrechando su mano.
Thormhill me guió hacia la puerta de la oficina del director. Toqué dos veces y una voz femenina me concedió la entrada. Con cautela, ingresé, esforzándome por mantener una expresión seria; la voz que me había recibido me había desconcertado por completo. La explicación sobre mi nuevo puesto de trabajo se desarrolló en inglés, y en ningún momento se había mencionado que "the new director" fuese una mujer. "Por favor, tome asiento", dijo con voz seca mientras hojeaba sus papeles.
-Buenos días, señorita Cabreiro. Agradezco su puntualidad, pero debo apresurarme. Me han informado que ya está familiarizada con nuestras instalaciones, ¿no es así?- continuó en un tono más amigable, aunque aún formal.
-Sí, estuve dos años estudiando aquí- respondí, tratando de asociar su rostro con alguna memoria pasada, sin éxito.
-Excelente. Esto facilitará la tarea. Le proporcionaré su horario, le mostraré su aula y su habitación. Por favor, acompáñeme.
-Después de usted.
El sonido de sus tacones me envolvió en una especie de hipnosis. Su presencia me resultaba familiar; la había visto antes, pero no lograba precisar cuándo ni dónde. Absorta en mis pensamientos, pronto llegamos a mi habitación.
-Y aquí tiene su habitación- anunció. -Su aula es la trece. Si necesita orientación, no dude en pedirla.
-No, recuerdo bien la ubicación. ¿Era esta la antigua aula de historia oculta?.
-Sí, exactamente. ¿Alguna otra pregunta?
-Sí, ¿su nombre era?
-Disculpe mi falta de presentación. Soy Larissa Weems. Encantada de conocerla señorita Cabreiro.
-El placer es mío. Gracias por el recorrido.
Mientras Larissa se alejaba, recordé quién era: aquella profesora que me encantaba durante mi etapa en la secundaria. Aunque sigue luciendo espléndida, pocos sentimientos de esos tiempos perduran; solo queda en mí admiración hacia su persona.
Empecé a organizar mis pertenencias en el armario de mi habitación individual, un espacio más reducido que las habitaciones de los estudiantes. Una cama a la izquierda y un escritorio justo enfrente. Cuando llegue el momento de personalizar este espacio, sin duda cambiaré esa disposición. Al fondo de la habitación, descubrí otra puerta que conducía a un pequeño balcón: el lugar ideal para pasar el tiempo leyendo.
El curso comenzaría la próxima semana. Cinco días quedaban para preparar el plan de estudios y acondicionar el aula trece.
Pov Larissa
Cuando recibí la información sobre la nueva profesora, jamás imaginé que se trataba de la estudiante más problemática durante mi etapa aquí. No puedo sino preguntarme cuántos desafíos me traerá esta mujer. Mis compañeros comentaban que era brillante académicamente, pero una alumna problemática; cuestionaba constantemente la autoridad del profesor. Se decía que si se enojaba contigo, solo te hablaba en español y fingía no entenderte. Espero sinceramente que haya madurado.
Regresé a mi despacho; aún debía ocuparme de algunas inscripciones de último momento y de la asignación de habitaciones.
"No puedo más", murmuré. Eran las siete y media, y la fatiga por leer tantas solicitudes era palpable. La cena se aproximaba.
Guardaba mis cosas cuando llamaron a mi puerta. "Pase", concedí.
-Disculpe, directora Weems, tenía una duda sobre el horario- preguntó Elena al entrar.
-Dígame.
-Después de mis clases, ¿puedo moverme libremente por el recinto?
-Sí, ¿por alguna razón en particular?- pregunté, confundida.
-No, no es nada- respondió con una sonrisa, dejándome sumida en la confusión.
✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰✰
Solo espero que no hos moleste mucho todas las notificaciones que hos saltarán.
ESTÁS LEYENDO
𝙽𝚘 𝚖𝚎 𝚒𝚖𝚙𝚘𝚛𝚝𝚊 | 𝙻𝚊𝚛𝚒𝚜𝚜𝚊 𝚆𝚎𝚎𝚖𝚜 𝚇 𝙵𝚎𝚖 𝙾𝙲
Lãng mạnLarissa tenía una vida muy tranquila pero solitaria hasta que llegó una antigua alumna a impartir clases en Nevermore. ............................................................................ -No me importa...no me porta que seas mayor que yo...