Eurovision en un universo paralelo

Países bajos, 2020

Suena el Te Deum. Rotterdam está lista para celebrar una edición más del certamen visto por los hogares de más de 500 millones de personas en promedio al año, el festival de la canción de Eurovision. Una veintena de países en la final. El público escogiendo a sus favoritos. Nada estaba escrito. Pero cuando llegó el momento de la verdad, las apuestas vaticinaban un triunfo que jamás se ha visto. 

-Todo parece indicar que Islandia es la nación ganadora del certamen. Las casas de apuestas lo daban por hecho, y la sensación de los locales es de euforia. Sienten como suyo este triunfo, ya que sería su primera vez en la historia que un país de semejantes y particulares características logra una victoria. Sus más de 350000 habitantes, su apelativo de "La tierra del hielo y el fuego", sus conocidas Sagas, y una ciudad con moderna tecnología como lo es Reykjavík, convierten a Islandia en un referente para el turismo durante los próximos años. Cuna de Björk, Sigur Rós Y Of Monsters and Men, además con un logro de la atención internacional por la serie televisiva "Lazytown" que se emite en más de 180 países con un mensaje positivo trascendiendo generaciones, y ejemplo para la modernización y el desarrollo sostenible de comunidades con el impulso a las energías limpias, Islandia tiene de todo para ofrecer al turista. Sus facilidades permiten explorar la diversidad de las artes y las costumbres, ser parte de una sociedad abierta a infinitas posibilidades, y conectarse con la felicidad que anhela el ser humano. 

La torre "Imagine Peace" con su luz prepara el camino para la fiesta musical más grande del continente. La sala de conciertos Harpa, sede de la filarmónica nacional, será el escenario para que los grandes artistas del viejo continente y de Australia deslumbren con sus presentaciones. De aquí al siguiente año ya no se dirá otra cosa más que "Ja ja ding dong". (Fragmento de una noticia de la sección social de algún periódico neerlandés)