Extra

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Enloquecedor.

Así podría Yibo catalogar a su pareja, esas piernas, trasero y cintura de infarto. Y sus pechos, por dios, puede pasarse todo el día enterrado en ellos y nunca se cansaría.

Era su segundo año en la U.A, época en donde los adolescentes tienen la hormonas a millón, Yibo podría confirmar eso.

No pasaba un día en que no pensara en los suaves y calentitos pechos de su pareja.

Mientras Yibo babeaba por los pechos del rubio. Zhan temblaba en su puesto sintiendo esos ojos verdes pervertidos en su persona, podía sentir escalofríos recorrer su cuerpo.

Le daba miedo incluso mirar hacia atrás, sabía que si lo hacía iba a encontrar la mirada oscura de Yibo y eso no mejoraría su estado, no quería ensuciar su ropa interior con su lubricante ahora, era mejor esperar a la salida.

El profesor entró en ese momento para dar la clase, todos fueron a sus puestos y guardaron silencio, sabían que era mejor que hicieran eso de una vez que entraba si no querían ganarse un castigo.

- Bien, todos vayan a los vestidores y pónganse sus uniformes de física - habló sorprendiendo a más de uno, los cuales chillaron emocionados - no se alegren tanto que su desempeño vale nota.

Con eso bajó los ánimos por el suelo, sabían que las pruebas serian un poco difíciles y para tener buenos puntos tenían que hacerlo bien.

- Por cierto, trabajaremos en conjunto a la clase B, será mejor que se apresuren - el profesor esperó a que todos salieran del salón para bostezar, necesitaba unas buenas vacaciones.

Zhan fue hasta el vestuario de los omegas varones, Todoroki, Yubin, Ji Yang y Zhan cambiaban sus ropas tranquilamente.

- Oye Xiao, Wang volvió a dejar un chupón en tu cuello - informó el bicolor mirándolo de forma neutral mientras se quitaba la camisa.

- ¿Ah? - Zhan se sonrojó un poco de vergüenza y llevó su mano a donde el Omega bicolor le había dicho.

- Es cierto, mira - Yubin le prestó su espejo para que se pudiera mirar, y en efecto, había un chupón allí.

Ji Yang se rió divertido por la cara de vergüenza que tenía su amigo rubio.

- Dile al mosqui-Wang que no te robe tanto la sangre - Ji Yang bromeó recibiendo una mirada de muerte.

Zhan no le lanzó el espejo que tenía en mano solo porque era del otro Omega rubio y no lo quería romper.

Los omegas salieron ya listos al patio junto a sus compañeros de salón, allá se encontraban los demás de la clase B.

- ¡Pero si es la clase A, ¿Están listos para que sus traseros sean pareados!? - era por mucho un fastidioso, varios de sus compañeros y los de la misma clase B, rodaron los ojos acostumbrados a su personalidad.

- En realidad, - habló el profesor Vlad - deben trabajar en equipo, pero primero los calentamientos, elijan un compañero de la otra clase y empiecen.

- ¿¡Qué!? ¡No pienso trabajar junto a la clase A! - chilló el rubio malhumorado, Vlad solo lo miró antes de alzar su planilla.

- Bien, entonces puedes regresar al salón, pero tu nota será de cero - habló el alfa mayor buscando de el nombre el rubio en su lista para ponerle la nota.

- ¡No! Está bien, pero eso no significa que me voy a quedar en silencio - refunfuñó regresando para buscar a alguien y hacer los calentamientos.

Vlad solo sonrió con algo de fastidio, no le pagaban lo suficiente para tener que soportar eso.

Los WangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora