El renacer de mis alas

Separación cap#3

Baje por las escaleras,hasta llegar a la cosina.Cuando vi a mi hermana que preparaba la cena.Era ya el anochecer,veía la hora en el reloj de pared que estaba, colgado cerca del retrato familiar, que estaba a su derecha.Mis ojos no contenían la emoción de mirar aquella foto por lo que volvían a salir esas lágrimas tristes.
Me senté en la silla cerca de la mesa donde solíamos comer todos,cuando mi hermana me colocó mi plato para luego comer.No tenía apetito pero ella, me decía que cenara con tono demantante hacia mi .En cambio yo para no seguir escuchando sus reclamos,agarre el tenedor y me dispuse a comer.Estaba tan pensativa,que sin darme cuenta dije en voz en alta y en tono de confusión:
_¿Porque ella se tiró de las escaleras, se habrá suicidado?
Mi hermana al oírme, da un golpe fuerte en la mesa con el puño cerrado.
Yo me asuste por el sonido, pero creo que ella no se dio cuenta de mi reacción.
En cambio me dijo con tono agresivo:
_¡No quiero que hables de eso nunca más!_¡Raven ha veces dices cosas sin pensar,y no te das cuenta de que puede herir a los demás!_¡Mejor que te guardes tus pensamientos para si!
Como estaba triste y no quería seguir hablando con ella le respondí defendiéndome:
_¡No quise decirlo de esa manera,simplemente se me escapó!_¡No fue mi intención herirte!_¡Pero tampoco me debes hablar así,porque al igual que tu estoy dolida por lo que paso!
Me levanté con agresividad y salí corriendo a mi habitación.Mi hermana en cambio solo se quedó ahí mirando y después puso sus manos en su cabeza, como si se arrepintiera de lo que dijo.

Ginger
Nose lo que me sucedió,creo que por las frustraciones de todo lo ocurrido y lo que me había pasado, había descargado toda mi rabia en Raven y creo que no debí haberle hecho eso.Por más que yo este sufriendo igual que ella no se merecía que la tratara asi.
Bueno,recogeré la mesa,creo que ahora sere yo la que hará las laborales del hogar.
Recogí la mesa y fregué los platos, cuando me percaté de la hora eran las 9:43.
El cabrón de mi padrastro no había llegado, creo que se fue a emborrachar con los vagabundos del barrio.
Mire el cuadro que aparentemente era de una familia feliz, y me dije que si algún día podría, mis hijos no iban pasar lo mismo que me paso durante 12 años.
Respire profundo y me senté en la silla para pensar unos minutos .Medite un poco.Y después me fui a dormir a mi habitación.

*A la mañana siguiente*
Raven

Me desperté con dolor de cabeza, tome un momento para sentarme en mi cama y tomar un poco de aire.Me levanté de mi cama y camine hacia las escaleras con mis sandalias rosas.
Al llegar a la sala, vi a mi hermana con la cara algo preocupada, me vio y se acercó a mi.Me dio un beso en la frente y me dijo en tono suave que me cambiará de ropa y desayunara ,que quería hablar conmigo de algo importante.
Le asenti con la cabeza y me dirigí al baño que estaba detrás de las escaleras.
Por cierto,mi hermana era rubia de cabellos dorados, viva imagen de mi mama.
Lo que con ojos de color pardo tierra y sus cara reflejaba juventud y serenidad
Era delgada como ma mayoría de las chicas de su edad y por ser hermosa y bella, algunos chavos del barrio se le insinuaban de vez en cuando.

Me bañe apresurada y me vestí de un vestido floreado de color negro y blanco.Mis colores preferidos. Se había olvidado desayunar pero no le daba importancia.
Al salir del baño, note que mi padre no estaba en casa, por lo que regrese a la sala y mi hermana estaba sentada en el sofá rojo oscuro que quedaba al centro del lugar.
Me dirigí hacia ella y me senté cerca suyo.Solo extendió su mano y me entregó un sobre con una carta que decía:

Para mi dulce pequeña   
Espero que puedas perdonarme por lo que hice.Siento haberte dejado ahora que nesecitas mas de mi.
Yo no podré afrentar la muerte de tu madre.Haci que me fui a Nueva York para empezar de cero.Les deje dinero para que se mantuvieran unas semanas y cada mes les mandaré mesada para que puedan vivir bien.
Te quiere
              Tu padre
   
Rompí el sobre de inmediato y mi hermana al ver mi reacción me abrazó.
No lloraba porque no sentia tristeza, sólo sentia rabia.
Una rabia que no había sentido antes, un fuego que rugia en mi corazón al ver que mi padre era un hombre cobarde.Un hombre que no pudo pensar en sus hijas que más lo necesitarían en este momento tan duro.