Hoy me quedé con ganas de ti, como todos los días y como todas las noches.
Aferrada a la esperanza de tenerte y poder llamarte mío.
Hoy me quedé con ganas de ti, desnuda, en cama, pensando en un sí, en un no, y en un tal vez, pero por ti, aunque los SÍ no tengan sentido, te los daría todos. supongo que soy una tonta.
Hoy me quedé con ganas de ti, porque en el silencio de mi boca encerrados quedaron los te amo, mi mente hizo ruido, un bullicio, imparable, inquebrantable, tormentoso. Y, supongo que al final la conclusión es la misma. ¿Me quieres?
Y si me quieres, entonces, ¿para qué?
Hoy me quedé con ganas de ti, de una flor, de un libro, de un beso; de esos lentos que te queman por dentro, de un te quiero.
Pero, quizás, mañana no me queden ganas de que me quieras, de yo quererte. Quizás mañana, me atreva a darte un no como repuesta.
Tú dime, ¿me voy o te espero?