La vio bajarse del bus Escolar con la cabezita agachada, jalaba las tiras de su bolsito y camino con mucha pereza pateando a la nada.— Hola cariño...
Al oír la voz de su madre alzó la mirada y corrió hacia dentro del edificio sin querer abrazarla y mirarla. Ella se sintió mal.
— tranquila... Lo entenderá..
Acarició la espalda de su amada y se dirigieron al apartamento.
Al entrar el silencio se hizo presente. No quiso esperar más y fue a la habitación de su pequeña, pero no estaba ahí, miro debajo de la cama y tampoco, en el clóset y nada. Se asustó, pero Ji-Min la calmó y tomándola de la mano la llevo a la puerta de su habitación.
Su pequeña abrazaba su almohada, parecía una garrapata pegada a esta. Ji-Min quiso quedarse afuera y ajustó la puerta para dejarlas solas.
Se sentó en el borde de la cama, pero ella no se inmutó. Seguía abrazando fuertemente su almohada.
— ¿quieres hablar conmigo?...
Negó y sus piernas apretaron más la almohada.
— Cariño... ¿Crees que no te amo?
Negó, sintió un poco de alivió. Por un momento creyó en las palabras de su ex'pareja.
— Yo te amo... ¿Te han dicho algo en el colegio?..
Temió porque ella no se defendiera.
— Papá... Tiene otro...