Three

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–¿Cuánto tiempo tiene ahí?

Los hermanos, HanSol y la pequeña bebé estaban mirando a JeongHan desde el agua.

–Han pasado dos meses. Pero JeongHan no ha muerto, ¿algo malo le habrá ocurrido a SeungCheol?

–No podemos preguntarle a MingHao o SoonYoung, las reglas nos lo prohíben. Ellos no pueden contactarnos ni nosotros a ellos. No podemos interferir, es contra las reglas.

–¿Aunque mate lentamente a JeongHan y probablemente a SeungCheol? -HanSol encaró a los otros hermanos.– JeongHan ha enfermado, probablemente SeungCheol también, por el desapego, se necesitan. Ustedes no pueden hacer nada porque JeongHan es su familia directa, pero yo no lo soy. Incluso si debo nadar hasta Busan, traeré a SeungCheol.

–HanSol, no sabemos que está sucediendo allá.

–Por eso iré. SeungCheol me necesita, puede estar confundido, o enfermo. Miren a JeongHan. No está bien. Algo grave tuvo que haberle ocurrido para no regresar.

–¿Las tormentas? -preguntó Woozi.

Los demás hermanos agitaron sus aletas.

–Estas tormentas han sido espantosas. No he visto botes o aviones cruzar.

–¿Sería eso?

–¡Oh dios mío!

–Que tragedia. No debimos llevarlo con esos cuatro, tuvimos que dejarlo en el hotel y decirles al pueblo que fingieran demencia, tal como hicimos con HanSol.

–Debieron hacerlo. -reclamó HanSol.– Era más fácil para todos.

–No es del todo nuestra culpa. -salió Joshua en defensa de sus hermanos.– Sus cuatro amigos tritones estaban molestandonos, no paraban de reclamarlo. Ellos son tan culpables como nosotros.

–No sirve de nada echarse culpas ahora. Iré a Busan, les parezca bien o no. Su hermano se muere y mi amigo también. A estas alturas ya debería estar a punto de cambiar a tritón y está lejos del agua.

–Tienes razón. Necesita al mar o va a debilitarse.

–JeongHan se mueve.

Los hermanos y HanSol vieron al pelo turquesa levantarse de la arena y caminar al agua.

Con horror vieron como las piernas del mayor se debilitaban y caía de bruces al mar.

–¡JeongHan!

Los tritones nadaron a la orilla y le dieron vuelta al mayor.

–¿Está herido?

–No, solo se desmayó.

–¿Qué hacemos con él?

–Mantenerlo en el agua. La tierra no le hace bien, al menos en el agua no se debilita. HanSol, por favor, trae a SeungCheol. Te lo suplicamos. No importa si rompes las reglas, no perderemos a nuestro hermano.

SeungKwan nadó con su bebé en brazos hacia HanSol y empujó su brazo.

–¿Qué pasa?

Con dificultad, el joven tritón hizo una seña.

–No te abandonaré. Vendrás conmigo.

–SeungKwan, ¿irás a la superficie?

El muchacho asintió.

"Por mi hermano." Hizo la seña.

–Está bien. Cuidense mucho. No te alejes de HanSol, no te quedes solo con personas que no te den buena espina.

–Dejaré a SeungKwan bien cuidado. No quiero que los chicos lo conozcan aún. Prefiero hacerlo cuando las cosas mejoren. Los acompañaremos a llevar a JeongHan a su hogar, después nos iremos.

Canto de Sirena - JeongCheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora