Gracias por Leer.

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Se que he tardado demasiado en actualizar este AU (me dió bloqueo de escritor) y por desgracia hasta aquí llegará está historia que tenía planeado hacer en tres partes.

Actualmente hay un caos con el tema del Spiderbear (y cualquier otro ship) por parte del lado de Spreen quien ha comentado su molestia con los ships y la intensidad de ellos, por lo que mucha gente se ha bajado del barco por respeto al propio mismo. Estoy en este último ya que lo que menos quiero es provocar problemas y estoy de acuerdo con respetar la decisión del streamer.

Me sienta mal abandonar la historia pero es lo mejor, sin embargo puedo dejar como último recuerdo lo que llevaba escribiendo de la parte dos.

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Parte 2

No habían pasado ni dos días desde que regresó de su viaje cuando sus padres le dieron la noticia de que se haría un baile para encontrarle un buen pretendiente.

Spreen era un príncipe muy reacio en cuanto a los temas del matrimonio por el reino, al ser el hermano mayor estaba obligado a tomar el puesto de rey una vez sus padres se retiraran, pues Leonarda aún era una niña de 10 años.

Intentaron emparejar lo a los 17 años con el hijo de dos hechiceros pero terminó bastante mal con las "bromas pesadas" de Spreen hacia su joven prometido, lo último que supo de él fue que se casó con una hermosa joven.

Ahora después de 5 años escapando de las responsabilidades del reino, era momento de enfrentarlo.

- Una poronga, no me voy a casar - gruñó Spreen cruzándose de brazos.

En medio del desayuno familiar en la gigante mesa donde solo se sentaban 3 personas.
Rubius se golpeó la frente un poco fastidiado con ese tono, desde que dejaron ir a Spreen a tener aventuras se había vuelto muy impredecible y mal hablado. Anoche había aceptado el trato con tranquilidad y madurez después de volver a casa que impresionó mucho a sus padres, pero ahora que volvieron a tocar el tema frunció el ceño.

- Spreen, bebé, ya lo habíamos hablado anoche ¿Que te hizo cambiar de opinión tan rápido? - preguntó Rubios intentando ser paciente.

- Nada, que no quiero casarme.

- ¡Pero anoche dijiste que lo ibas a hacer!

- ¡Pues ya no! - Ambos empezaron a gruñirse cómo completos animales.

Leo miró a su papá Vegetta quien era mejor manteniendo la compostura, pero también parecía un poquito irritado.

- A ver, calma los dos - habló Vegetta con un tono suave antes de aclararse bien la voz -. Muchacho, lamento decirte que aunque no quieras es momento de hacerte responsable, no puedes irte de aventuras todo el tiempo, tienes obligaciones que cumplir y una familia que solo quiere lo mejor para ti

Vegetta sonrió dulcemente tomando la mano de su hijo y miró sus ojos igualmente morados a los suyos, solo que esos ojos jóvenes estaban realmente aterrorizados.

- Sé que puede sonar muy duro o de mal gusto el emparejarte con alguien a quien no conoces, pero puede que esa persona se vuelva el amor de tu vida o quizás tú mejor amigo, por eso decidimos hacer un baile, para que puedas darte el lujo de conocer a aquella persona

Spreen bajo las orejas y talló sus ojos para evitar llorar, pero no negó el impulso de levantarse para ir a abrazar a su padre.

- Voy a intentarlo... - murmuró Spreen siendo consolado gentilmente por Vegetta.

- Espera... ¡¿Me llamaste de mal gusto?! - grito Rubios indignado.

Después del almuerzo los reyes dieron comienzo a los últimos detalles antes de que llegara la noche, Spreen por otro lado se la pasaría en su habitación pensando seriamente si esto era lo que quería en su vida.

Roierella [ Spiderbear AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora