Capítulo 23: Padres

485 24 0
                                        

No tenía a nadie a mi lado cuando me desperté, pero podía escuchar sonidos provenientes de la cocina, así que me levanté de inmediato a ver qué estaba haciendo Kageyama.

Notaba aún una ligera molestia que me hizo recordar lo sucedido la noche anterior, dejándome escapar una sonrisa idiota. Al comenzar a andar cojeaba ligeramente debido al dolor, aunque tampoco era nada del otro mundo.

- Estuvo bien... - Pensé para mí mientras me aproximaba al pasillo.

King vino a recibirme entre ronroneos y maullidos, siendo lo suficientemente ruidoso como para que el moreno que se encontraba en el piso se percatara.

- Buenos días. - Se asomó desde la puerta al final del pasillo mostrando una suave curvatura sonriente en sus labios, a la cual correspondí con el mismo gesto.

- Hola. - Ya en la cocina me topé con un plato lleno de tostadas, y diversas cosas como mantequilla, mermelada y queso de untar sobre la encimera. - ¿Y esto?

- Pensé que querrías desayunar algo. - Me vio acercarme a él, supongo que aún andando algo inestable. - ¿Te duele algo? - Le miré seria, pensando que lo decía a modo de broma. - ¿Qué pasa?

- ¿Vas en serio?

- ¿Qué he hecho ahora?

- Me duele por lo de anoche. - No quería tener que decirlo, me avergonzaba mencionar el tema a pesar de saber que era algo normal, y más teniendo en cuenta que era con Kageyama con quien lo había hecho.

- ¿Todavía? Me ocuparé de repetir pronto para que te vayas acostumbrando. - Él buscaba una reacción por mi parte mientras sonreía lujuriosamente, pero tenía más hambre que ganas de seguir hablando de ello.

- Déjate de estupideces y dame algo de comer. Me muero de hambre. - Comenté tratando de evitar el tema.

Desayunamos unas tostadas mientras charlábamos.

- T/n.

- ¿Si? - Contesté y le di un mordisco a mi tostada, intrigada por qué iba a decir.

- ¿Quieres... conocer a mis padres? - Mastiqué rápidamente y tragué el trozo se tostada para poder contestar.

- ¿Va en serio? - Su mirada indicaba que sí, pero yo quería escucharlo salir de su boca de nuevo.

- Sí, he pensado que ya que estamos de vacaciones... y además mi madre insiste en conocerte. - Una ola de felicidad recorrió mi cuerpo. No podía creer que quisiera presentarme a sus padres, fue una señal más indicando que de verdad íbamos en serio. - ¿Y bien? ¿Qué opinas? - Le miré sonriendo.

- Claro que quiero. - Terminó de beber su taza de leche y se levantó de la mesa.

- Pues ve a cambiarte cuanto antes, así salimos pronto.

- Espera, ¿hoy? ¿Me los vas a presentar hoy?

- ¿Cuándo sino? - Terminé mi desayuno y me levanté también. - Le dije a mi madre que me quedaría contigo, así que no hay problema.

- No es solo eso Kags, quiero dar una buena impresión. ¿Me da tiempo a arreglarme? - Me comencé a acomodar el pelo con las manos.

- No te van a analizar como máquinas. - Apartó mis manos de mi pelo. - Y llevas el pelo bien, deja de preocuparte. - No dejé de mirarle mientras en mi cabeza solo estaba tratando de recordar todo mi armario para combinar las prendas adecuadas. Salí de mi trance notando cómo me besaba por primera vez en el día. - Tú solo preocúpate de no ir en pijama. Venga, ve a cambiarte.

- Voy. - Una vez en mi habitación, recordé que había utilizado como pijama la camiseta de Kageyama. Me sentía como si estuviera metida en un manga de romance, no estaba acostumbrada a tantas cosas de parejas.

Prodigios [Kageyama x tn](PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora