Un refugio

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Perspectiva de Estaban.

Después de escuchar ese mensaje nosotros estábamos anonadados, nadie quiso levantar la mirada por unos segundos, ninguno de nosotros venía del mismo planeta tierra, ninguno de nosotros era de la misma raza humana, pasamos un rato callados tratando de digerir la información que habíamos obtenido, tratando de asimilar que las personas a lado del otro no era el mismo humano que tu eres.

Después de ese largo momento en silencio, le hice una cama a Saly, y nos dispusimos a descansar en silencio, el resto del dia no hicimos mucho, solo nos quedamos en el templo, pensando de manera calmada, arrinconados en nuestros cuartos, así hasta llegar a la noche, momento en el que Drort y yo hablamos por primera vez indicando a Saly las pieles para protegerse del frío y luego nos quedamos a dormir.

A la mañana siguiente con algo más de energía y ánimo, analizamos nuestras situaciones, o al menos la de Saly.

Ella traía un pantalón del tipo vaqueros hecho pedazos al punto de parecer mas un short o algo por el estilo, con una blusa de tirantes muy pequeña y dañada que apenas cubría sus no tan pequeños atributos, aunque no es el mismo tipo de humana que yo, de cierta manera me atrae mucho a decir verdad.

Ella estaba igual que nosotros casi desnuda y la verdad era hora de plantear algo de vestimenta, no podía ser posible que tuviéramos un gimnasio pero no camisas o zapatos decentes, asi que después del proyecto de escalada seguiría el de la ropa.

Completamos lo que teníamos planeado, terminando nuestros preciados piolets, nuestra alegría fue tanta que se nos olvido que nuestro tema de los humanos y el hecho de que hay una chica con nosotros, fue tan gracioso pero vergonzoso a la vez cuando Saly nos vio emocionados celebrando como tarugos, por unir una piedra preciosa con palos, sabia y lodo para crear un piolets, desayunamos carne de lagarto y nos dirigimos al bosque, trepamos con los piolets, a toda velocidad por el árbol más grande, colocando tablas como apollo para el futuro.

Drort fue el primero en llegar y lo primero que dijo fue realmente esperanzador,--Estaban mira, por allá--, Drort apunto de manera desesperada hacia lo que creo era el Noroeste.

Subi un poco más quedando a su altura, afinando mi visión.

habíamos detectado una señal de humo igual de grande que la nuestra aunque lo suficientemente lejos como para que no la pudiéramos ver desde el templo, más o menos a unos kilómetros más adelante en el Río.

Bajamos a toda velocidad, emocionados por nuestro hallazgo, más gente significa más personas para trabajar y hacer proyectos más grandes, más personas y más proyectos indican una mejor vida, eso y con algo de suerte personas con la capacidad de hacer ropa.

Nos preparamos por al llegar a la otra orilla, Drort se metió en el templo para sacar a Saly mientras que yo empujaba el barco al agua de manera veloz, no somos buenos marineros, pero el clima estaba bueno, ni viento, ni agua hirviendo o congeladas, ni corrientes anómalas, solo nuestra ballesta, remos y velas 

Era hora de zarpar, el despliegue rapido de la pequeña vela lo anuncio.

como ahora el barco es más grande se hará más sencillo llevar nuestra querida amiga Saly con nosotros, ella estaba asombrada del avance que habíamos hecho, le di a Saly una de mis hachas, para que se defendiera en caso de que algo ataque muy de cerca, aunque el arma de fuego le da un plus, y una ventaja sobre nosotros.

Tenemos carne cocida en nuestros brazaletes, para el camino y los materiales para crear más armas, el viaje no tuvo ninguna complicación, ni monstruos ni lagartos gigantes, aunque Saly no se relajó ni un poco, cada vez que nos acercabamos a una orilla sacó su arma apuntando al bosque, se nota que estaba mal por su tiempo perdida en el bosque.

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