-¡LILIA!
-¡Baranovskaya!- expresó el entrenador canadiense
-Hola... Leroy- respondió la pelinegra con un tono más ligero, aunque no se podría decir lo mismo de su mirada calculadora y fría mientras cruzaba los brazos, demostrando una presencia algo aterradora.
-Ahora... quiero respuestas jóven Otabek.Nadie decía nada solo la música de patinaje se escuchaba levemente en el fondo y unas cuantas risas y murmullos de unas pocas personas que estaban ahí ignorantes e introducidos en su mundo mientras patinaban.
Mientras que Lilia esperaba pacientemente la respuesta del joven kazajo.
-¿Podemos discutir este asunto a fuera?-preguntó el kazajo mientras soportaba la pesada mirada de aquella mujer.
-Bien-respondió secamente mientras dejaba de cruzar sus brazos y se volteaba directamente a la salida de aquel establecimiento, seguida por Altin aunque este dirigió su mirada por unos minisegundos al adolescente rubio.
-Mila, Georgi practiquen libremente hasta que vuelva y Yuri...-mencionó la pelinegra mientras observaba por el rabillo del ojo al rubio- pidele a ambos que te ayuden a ejem... "repasar" lo que ya hemos visto- dijo la pelinegra retomando su paso hacia afuera.
Aunque eso de repasar le pareció extraño para ambos canadienses, ya que hace poco vieron lo asombroso que fue el rubio en la pista, aunque creyeron que tal vez era por el perfeccionalismo de la pelinegra, así que lo dejaron pasar y se concentraron en los pasos de práctica que tenía que hacer JJ.
Por otro lado Yuri asintió mientras veía como Otabek y Lilia se dirigían a la salida del establecimiento.
Algo preocupado por su novi..., su e...por Otabek sabía muy bien como es ser interrogado por Lilia y lo intimidante que podía ser esa mujer, pero aún así el también quería saber la verdad del cambio de entrenador y equipo... y si era por? No...- se dijo así mismo sacudiendo esos pensamientos e ideas rídiculas de que fue por su rompimiento, aunque en cierta manera tal vez esa idea no sea tan descabellada, después de todo era lo más razonable que pudo pensar el rubio.Mila al voltear hacia Yuri, pudo notar que se notaba levemente triste así que como buena amiga intentó animarlo a su manera.
Así que se acercó a un lado de él y pusó su antebrazo en el hombro del rubio.
-Ey, todo estará bien sabes que Lilia no muerde, aunque tal vez si lo reprenda bien feo, así que no te preocupes tanto por tu Otabeksito~♡- le susurró Mila en el oído mientras bromeaba y molestaba al rubio para que no se sienta tan mal.
Yuri se sonrojo un poco mientras tapaba su oído encogiendose un poco en su lugar y gritándole a Mila.
Mila siguió molestandole un poco más hasta que Yuri empezó a perseguirla por la pista molesto mientras que ella se regocijaba entre risas y patinaba lo más rápido para que el rubio no la atrapará.
Todo esto era visto por Georgi y los dos canadienses.
Georgi movía su cabeza en negación mientras sonreía un poco, pues debía admitir que extrañaba esto y que a pesar de que Yuri actué como una persona madura, era sin dudarlo todo un adolescente impulsivo y un principiante en el tema del amor, lo cual era algo divertido para ambos jovenes entrenadores, ya que podían molestarlo con su actual pareja.
O bueno hasta que sepan la verdad de la separación de este par.
-(^-^)-
Pasos lentos y pesados resonaban en aquella mansión, poco a poco se adentraba hasta que se detuvo ya que había llegado a su destino, una gran puerta de roble con un emblema de un halcón plateado representando al escudo de la familia que residían ahí , así que sin dudarlo la empujó y entró en un salón lleno de colores opacos, fríos era su oficina personal, encontrandose con 3 personas que lo estaban esperando, todos sentados.
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El SECRETO DE KATSUKI
RandomBakugo tiene un secreto y es que desde pequeño le ha encantado el patinaje sobre hielo, entrenó ganó y perdió algunas competencias gracias a su segunda identidad como Yuri Plisetsky, conoció a varias personas, pero después de un año dejó ese sueño a...