Marioneta

Dedicado a mi hija de corazón, Cat, quien cumplió años el pasado primero de mayo. Muchas gracias por seguir en mi vida, a pesar de lo abandonada que te tengo.

Advertencia: Este es un Songfic. La canción usada en el no me pertenece, fue creada por Federico Méndez Tejeda e interpretada por el ya fallecido charro de Huentitán. Me encanta su música y creo recordar que a Cat también. No es un fic feliz, así que lean bajo su responsabilidad. Perdón Cat, pero últimamente las historias HappyEnding no se me dan, sin embargo tenía muchas ganas de darte un obsequio.

CAPITULO UNICO: MARIONETA

Marioneta

Serena se miró al espejo detenidamente, se veía bien, lista para empezar una noche más con su show, solo faltaba algo, ese algo que siempre la motivaba a salir al escenario y de repente ese algo llegó, silbando nada más al verla.

—Luces divina, como siempre

Serena sonrió ampliamente al oírlo, él era así, siempre tan galante y atento.

—Serás la sensación

Serena soltó una carcajada con eso, ella era la estrella y ya era la sensación

—Cuando ríes de esa manera recuerdo a la Serena de antes, la que eras antes de casarte.

La sonrisa de la rubia desapareció ante la mención de su ya concluido matrimonio y lo que había significado casarse con su fallecido esposo.

—Lo siento— Se disculpó apenado al saber que era el causante del dolor de la rubia y sin imaginarse que había más verdad en ello de la que él se imaginaba.

—Descuida, Darien, no es tu culpa. Mi matrimonio con Seiya no fue lo mejor de mi vida, pero ya es pasado ¿Cómo está tu novia? — preguntó queriendo cambiar de tema, pero se arrepintió en cuanto vio como la cara de Darien se iluminaba.

—Perfecta— dijo con convicción mientras se agachaba al oído de Serena y le compartía un secreto que a la rubia le partió el corazón — se lo pediré esta noche.

Sabía que no tenía derecho a sentirse como se sentía, pues ella era la causante de que Darien dejara de amarla. ¿Cuántas veces él le había suplicado que no se casara? ¿Cuántas veces había llamado a su puerta, para ofrecerle su vida? ¿Cuántas veces no lo había visto llorar por su rechazo? Y ella no se había inmutado y se había casado con un hombre amargado por su enfermedad, que había hecho su vida miserable, por el solo hecho de que la suya lo fuera. Serena se recodó entonces que debería sentirse agradecida de que él aún le dirigiera la palabra y la considerara su mejor amiga y aunque el título dolía, sabía que ya no podía aspirar a mas.

—Serena, tu número en dos minutos

La rubia agradeció el llamado, para no terminar suplicándole a Darien que no hiciera eso. Su momento había pasado y debía aceptarlo con madurez.

Dentro muy adentro

De aquí de mi ser

Existe una parte

Que no puedes ver

Que siente que vibra

Que sabe ser fiel

Que grita que riñe

Que también es hiel

Esa noche la rubia cantó con más ganas que nunca, le cantó al amor, a la felicidad, a la esperanza. Casi nadie que la hubiera escuchado hubiera pensado que su corazón estaba destrozado y menos que de esperanza no tenía nada. Solo una persona lo notó, una persona que la conocía muy bien, pero no quiso escuchar esa vocecita que le decía que su mejor amiga pasaba por un mal momento.