CAPITULO 1

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Faltaban pocos días para que llegara el final del campamento.

Una melodiosa voz, acompañada por un guitarra ambientaba el punto donde el lago y el bosque se unían, uno de los últimos días en el que el pelinegro podía sentir la cálida brisa veraniega despeinar sus cabellos.

El sentimiento que usaba como inspiración para sus canciones lo había estado acosando un poco después del inicio del campamento, el solo hecho de estar sintiendo lo molestaba, pero se odiaba a si mismo por la persona que causó la muerte de su querida hermana Bianca.

El sol empezó a ocultarse, era la señal de que iba a comenzar el juego de "captura la bandera". Tomó su guitarra en una mano y en la otra llevaba su espada de metal estigio, la última vez casi pierde su guitarra y no se daría el lujo de pasar ese susto de nuevo, nada podía compararse con el amor que sentía por su guitarra, aunque últimamente empezaba a cuestionárselo.

Llegando a los límites del bosque, Nico logró identificar dos figuras humanas, solo sabía que eran humanos, en verdad era fácil reconocerlos ya que estos no tenían partes de animales o extremidades extras. Por alguna razón sentía la necesidad de acercase, aunque cualquier otra criatura pensante (semidiós, humano, centauro, sátiro, etc.) sabía que esa era una mala idea, al acercarse vio que la figura más baja agitaba sus brazos con furia, seguramente gritando al más alto (por pocos centímetros) quien simplemente estaba frotándose la nuca. Cuando estuvo lo suficientemente cerca para escuchar sin ser visto pudo reconocer una de las voces

-Con ese silencio solo te condenas más, Percy- Dijo Annabeth cruzándose de brazos, unos segundos de silencio pasaron "no te hundas más Jackson" dijo Nico mentalmente desde su escondite, ya le había quedado claro el gran error que implicaba haberse acercado tanto, sólo esperaba que la diosa fortuna lo ayudara, aunque eso implicara que Némesis fuera a descargar todo su poder contra él. La voz de Percy fue ahogada por el cuerno de Quirón, anunciando que los equipos ya habían sido elegidos por sus respectivos capitanes, Annabeth le dio la espalda a Percy y empezó a alejarse.

-Siendo su novio y todo eso creo que debería confiar más en mí, ¿no lo crees?- Dijo Percy dirigiéndose a un sorprendido Nico. Estaba jodido, no sabía cuándo fue que notó su presencia, pero estaba agradecido de que fue él y no Annabeth quien lo notó. Nico salió de su escondite tímidamente.

-Lo siento Percy, no era mi intención escuchar- se disculpó Nico, él no podía creer su mentira pero esperaba que Percy lo hiciera, el mayor sólo pudo esbozar media sonrisa lo que causó que las mejillas de Nico se tornaran rojas, se sentía estúpido ¿cómo era posible que la mínima acción de Percy tuviera tanto efecto en él? Mientras Percy se iba acercando a Nico, completó su sonrisa, tomó del hombro al menor acercándolo a él y juntos se dirigieron a la arena.

-Vamos equipo rojo, terminaran matándonos acá por no tener nada que nos identifique-

Después de dos minutos caminando, finalmente llegaron a la arena, donde Quirón los estaba esperando, algo molesto por lo que pudo notar Nico, pero al mismo tiempo aliviado de ver a sus dos campistas faltantes.

-Equipo rojo- dijo tirándole un casco distintivo del equipo a Nico, pero este se dirigió accidentalmente hacia la cara de Nico, Percy logró atraparlo un segundo antes que el casco lo golpeara, el mayor entregó el casco a Nico acompañado de una sonrisa.

-Debes tener más cuidado, mocoso- rió levemente mientras revolvía el cabello de del más bajo, Percy también fue víctima de uno de los ataque de Quirón

-Equipo azul- exclamaron Quirón y Percy al unísolo. Nico Dejó su preciada guitarra en la base de un árbol asegurándose que no quedara visible, se puso su casco de plumas rojas, después de cuatro años los cascos del campamento finalmente dejaban de verse ridículos en él. Antes de entrar en el bosque, le dio un último vistazo a Percy, quien estaba transformando a contracorriente. Nico empezó a caminar sin tener la menor idea de cuál era el lado de su equipo o de donde tenían la bandera. Este juego no era algo que lo emocionara, se limitaba a caminar sin un destino en particular, esperando no encontrarse con alguien del equipo azul. La única espada con la que podía combatir cómodo no la podía usar por la estúpida regla de no poder matar, ya que su preciada espada de metal estigio robaba almas con el mínimo contacto (monstruo, semidiós o mortal), estúpidas reglas del campamento. Debía usar una de las del campamento.

Logró divisar una mancha azul no muy lejos de donde se encontraba, por su TDAH quería salir corriendo a cortar cabezas, una vez más recordó esa estúpida regla del campamento, por más hijo de Hades que fuera, el chico tenía claro sus principios morales, prefirió alejarse, pero al darse vuelta uno de los azules lo recibió con un tajo en la cara, Nico retrocedió mientras con una mano cubría la herida y con la otra sostenía la espada, lo único que quería era salir de ahí, que manera tan horrible de descubrir que se hallaba en el terreno enemigo. Empezó a mandar tajos al aire para defenderse, logró lastimar algunas veces a al chico, pero por cada corte que le hacía a su enemigo, Nico tenía dos más. Cuando la espada de Nico salió volando, de alguna manera Nico logró acertarle un golpe a su enemigo en la cara y luego en el estómago, esto le dio suficiente tiempo para salir corriendo de ahí, no sin antes darle un último golpe al maldito. Antes de poder pasar el límite de los equipos (el arroyo), simplemente se dejó caer, ese bastardo le había dado una buena paliza.

Al recuperar la conciencia, había logrado alcanzar el arroyo sin haberlo cruzado, lo más extraño era el hecho de que ya no sangraba, y la única prueba del combate era su ropa hecha jirones. Al darse la vuelta, vio a Percy recostado contra un árbol con su casco y espada a un lado mientras se secaba el sudor de la frente.

ENTRE AGUAS OSCURAS Y CONFUSAS (PERCY X NICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora