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"Si por el triangulo de las bermudas piensas pasar, concentrado debes estar, y si un cántico en tus oídos no deja de sonar, entonces amigo mío, estas cerca de tu final".

Jungkook estaba perdido, ya había aceptado su destino, pues ya perdió la cuenta de los días que pasaron desde que mandó la señal a través de la radiocomunicación, aunque claro que no era del todo seguro que funcionaria debido a que se inventó hace poco tiempo. Es por eso que el pirata ya se había resignado.

No era tanto su naufragio lo que le preocupaba, ya que, no era la primera vez que le pasaba, lo que le preocupaba era el lugar en dónde su barco decidió dejar de responder. Era bastante raro, porque no tuvo ningún accidente, las alas estaban en perfectas condiciones al igual que todo lo demás, pero el barco quedó varado, cómo si algo lo estuviera deteniendo.

Y es que no era de extrañar que estuviera viviendo situaciones raras, estaba justo en medio del triangulo de las bermudas. Distintos rumores y anécdotas ha escuchado de este lugar, sin embargo nunca creyó en lo que decían, decía que era puro mito, o que algunos piratas veteranos solo disfrutaban molestar a los novatos.

Sin embargo, cuando estaba a punto de partir, un viejo amigo suyo que tenia experiencia en el negocio, se acercó y le dijo. "Si por el triangulo de las bermudas piensas pasar, concentrado debes estar, y si un cántico en tus oídos no deja de sonar, entonces amigo mío estas cerca de tu final".

Claro que le hizo gracia la manera en que se lo dijo, pero le restó importancia. Hasta ahora, que empezó a escuchar unas suaves melodías que provenían del mar, el pirata se extraño, puesto que, a su alrededor, no había más que oscuridad y la tenue luz de las estrellas reflejadas en el azul del océano.

Trataba de ignorar esa melodía, pero era demasiado hipnotizante, eran como violines bajo el agua, como si un ángel estuviera entonando una canción, pues esa voz era lo más celestial que ha escuchado en sus años de vida. Sin darse cuenta o ser consciente de sus actos, ya sé estaba inclinando demasiado hacia las aguas, tanto que con un mínimo resbalón podría terminar cayendo.

Pero reaccionó, reaccionó al ver como unas manos surgían de las aguas y sujetaban su hombro. Él, lleno de sorpresa zarandeó con fuerza su propio cuerpo para así liberarse de ese agarre. Pero la criatura que lo estaba sujetando no quería dar brazo a torcer, quería tener una nueva presa. Y debido a la fuerza que uso el pirata, la criatura emergió del mar.

Los ojos de Jungkook se clavaron en los de ese ser; que, para el pirata, era lo más parecido a la perfección, sus facciones, sus labios, sus ojos, su cabello que no parecía estar mojado... todo era tan irreal. Pero su sorpresa aumentó al ver más allá de su torso, no tenía piernas, ya había escuchado de esto, aunque siempre creyó que era parte de la imaginación de los náufragos, parte de su delirio.

Fue por ello que se alejó de la criatura con rapidez, se detuvo cuando su espalda chocó contra el mástil. Una sutil, suave y encantadora risa que emitió el contrario, perforó su corazón.

—¿Acaso eres... una sirena? —preguntó.

—No... soy un sirenio, ¿no vez que soy un hombre? 

Por supuesto que lo veía, si su corazón esta bombeando más sangre de lo normal desde que lo vio.

—Esas criaturas son simples mitos, no existen 

—¿Entonces que es lo tienes frete a tus ojos? —lo interrumpió el sirenio, apoyándose en el barandal y sonriendo de forma coqueta. 

—Tú solo eres parte de mi imaginación, me estoy volviendo loco. 

—Acércate más a mí, puedes tocarme si quieres... veras que no soy ningún delirio tuyo. 

SIRENIO [OS - Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora