No juegues conmigo- [Freenbecky Adaptación]

12. Contigo

*Sigue narrando Freen*

—No - Respondió luego de unos minutos de silencio — O sea si es la propuesta, y si me la ofrecieron pero no he dicho que si, ni lo haré.

—¿Y por qué no me habías dicho?

—Porque no se, no lo creí importante - Arqueé mi ceja — Es decir se que es importante pero esa carta no define mi futuro.

—Becky, estas teniendo la mejor propuesta en tu vida ¿La vas a rechazar?

—Si no puedo estar contigo si — Confirmo y yo suspire —No me iré, no luego de todo lo que he pasado para estar contigo, porque soy feliz y porque no te quiero perder.

—¿Y si yo te lo pido? —No iré,  fin de la discusión y vamos a dormir - Ahí estaba de vuelta esa Becky fría.

Fuimos hasta nuestro cuarto, se quitó el vestido delante de mí sin decir nada antes simplemente habíamos entrado al cuarto y ella ya se estaba desvistiendo.

—¿Te molesta? - Cuestiono con cierta risa.

—No solo... — Trague en seco — Pasaste una semana cambiando lejos de mi, y ahora de la nada - Suspiro.

—Cuando me cambiaba, era por el vestido de la boda y necesitaba ayuda de mi madre, soy un desastre con esa cosa - Retiró por completo su vestido —Me ire a bañar, muero por un baño.

—Eres la única persona en esta vida Armstrong que conozco que se baña unas seis veces por día — Me saco la lengua y entro al baño.

Acababa de ver el magnífico, hermoso, divino, y bien cuidado cuerpo de Becky, solo podía decir, que me encantaba, si me encantaba, me fascinaba, ella salió del baño y busco su ropa de cambio, luego se cambió y salió ¿Y yo? seguía en la misma posición de cuando entramos al cuarto, sentada en la cama.

—¿Estas bien? - Me preguntó y asentí —No te veo bien, si te molesto que me cambiara tranquila solo...

—A veces hablas mucho Armstrong- burle.

—Bueno ¿Por qué no me callas? — Sonreí, ¿Cómo podía decir esas cosas? —Oh lo siento, tengo que tener consideración con una chica y su yeso.

Caminó hasta donde estaba sentada en la cama, sin importarle paso su pierna a uno de mis extremos y la otra al otro,quedando sentada sobre mi, suspire con mis manos aun en el colchón.

—Cállame - Susurro.

Era como pedirme que la besara, era como pedirme que simplemente actuara y eso hice, la besé como nunca lo había hecho, mis manos se fueron a su trasero, al apretarlo la sentí gemir en mis labios, sinceramente sentí lo mismo que en la fiesta, mis piernas flaquear y sinceramente si no hubiera estado acostada me hubiera caído.

—Si quieres parar, hazlo-Me dijo pero mi boca se fue a su cuello —Mmm- Gimió de nuevo y fue música para mis oídos —No te voy a obligar a nada.

—Ya callate Armstrong- Le dije y sonrió —¿Me ayudas con el vestido? - Ella asintió.

Pasó su mano por mi espalda y bajó el cierre, luego se bajó de encima de mi y lo termino de sacar, su mirada fue tan fija, tan penetrante que sentí un poco de verguenza.

—¿Y si apagas la luz? - Ella sonrió, pero acepto.

Se levantó y las apago, por suerte aun la luz de luna que entraba por la ventana estaba genial, se demoró unos minutos en acostarse y cuando la vi ella tampoco tenia su ropa, ni tampoco brasier, y fue como la gloría.

—¿Segura?- Preguntó nuevamente.

—Contigo, siempre me siento segura de todo—Respondí.

Ella comenzó a besarme nuevamente, aquel beso se subió de tono tan rápido como comenzó, el beso lento de aquella vez que me había trasmitido mil cosas, este era diferente, dejaba su mensaje claro, mis manos se fue a uno de sus perfectos y pequeño senos, sus pezones estaban duros y me separe de sus labios para comenzar a chuparlos y lamerlos.