TQM... TQI

》¤ Capítulo 3 ¤《

La mejoría de Wang se veía de a pocos, las heridas infligidas empezaron a sanar, por lo menos las físicas ya que las emocionales aún eran demasiado para curarlas en pocas sesiones.

La doctora a cargo de su caso decidió que lo mejor era ir lento. No había afán de agilizar nada y sobre todo garantiza que el resultado fuera efectivo. La idea de Sully fue excelente y aplaudida por Shaiming ya que podían cuidarlo en un lugar cálido y hogareño.

Aunque quedaba la incertidumbre de que su madre podría descubrirlos, pero era un tema que no valía ahora traerlo a colación cuando empezaron sus esfuerzos para hacer que sane Wang Yibo.

-¿Quién imaginaría que las cosas se volverían... extrañas?

-Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde Sully. Pero no podemos juzgarlo.

-No lo juzgo, pero la verdad me da curiosidad por saber ¿Que rayos pensaba por su cabeza para poder actuar de esa forma?

-Deja ese tema por la paz y mejor céntrate en tus estudios. Tengo entendido que debes presentar un proyecto final en finanzas.

-Tienes razón. Debo centrar mis esfuerzos en cosas relevantes.

-Yo no dije eso.

-No es necesario, entiendo lo que quisiste decir y no voy a pelear por eso. Por cierto, Li Qing dijo que llegarán mañana y se quedarán en su casa.

-Iré a visitarlos mañana por la noche.

-Bien. Yo iré en la tarde para que puedas hablar con él.

-¿Quieres que le cuente sobre nuestro A Die?

-Hay Gege, creo que no dormir tus horas te está afectando. -refunfuñando-. Me refería a otra cosa.

-No entiendo.

-Debes presentarle a Fang Fang. Creo que es momento de formalizar a mi cuñado. -guiño su ojo-. No es dable que esté bajo las sombras. Mi Nai Nai se molestaría mucho con su nieto consentido.

-ruborizado hasta el cuello-. ¿Cómo te enteraste? Y además si lo iba a presentar pero por el tiempo no podemos coincidir.

-No importa, pero la verdad es que me alegro que hayas encontrado a alguien que te entienda y comprenda. Por lo menos estaré segura si algún día faltara.

-Debiste estudiar actuación en lugar de finanzas.

-riendo-. Finanzas me encanta y actuar es algo innato de mi. Pero bueno, dejemos la plática para después. Iré a visitar a tu A Die.

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-En unos días más podrás caminar sin ninguna ayuda Señor Wang. Sigue así y verás que todo saldrá bien, tanto que no necesitarás más que la ayuda de tus propios pies.

-Gracias Doctor Lee. Y espero que así sea para no ser una carga para...

-¿Sus hijos? No lo creo. Ellos lo quieren mucho aunque no lo demuestren.

-No lo creo -susurro-.

-¿Dijo algo?

-No, nada.

-Bueno avisaré a Shaiming. Debo ir al hospital. -tome su mochila-.

-Disculpe pero usted sabe algo del doctor Xiao.

-Precisamente iré a verlo. -sonrió-.

-Me refería a su padre. Xiao Zhan.

-Mmm. El doctor conejo.

-¿Doctor Conejo?

-Bueno, es un apelativo que se ganó por sus...

-Si, si. Ya tengo una idea de por qué lo llaman así. -sonrió-. Pero sabes algo de él.

-Tengo entendido que está de viaje por un tratamiento que debe llevar y si no me equivoco, debe estar llegando en estos días junto a la doctora Li Qing.

-¿Está enfermo?

-Si.

-¿Qué tiene?

-Es una pena que siendo joven se le detecte Alzheimer, pero parece que está en el pequeño porcentaje que lo padece. Bueno, me voy. Nos vemos la semana entrante.

No sabía si reír o llorar, puesto que en todo este tiempo jamás pudo olvidarlo, pero él tuvo la dicha de hacerlo. Los dioses estaban del lado de los buenos y no reclamaba por eso, pero le daba un poco de pena que terminará sus últimos días de esta manera.

Admitía que lo extrañaba pero sabia que era tarde y solo ver a sus hijos casi profesionales, le dolía en el alma haber sido tan tonto por desperdiciar su felicidad cuando la tenía al frente suyo.

Recuerdos del pasado regresaron a su mente cuando un rostro familiar se acercó a su habitación. Sin saberlo ya empezaba a llorar silenciosamente asustando a Sully por las facciones que demostraba en ese momento.

-Se encuentra bien señor Wang. -camino hacia la cama-.

-limpiando torpemente su rostro-. Si, estoy bien.

-¿Y por eso lloras?

-Estaba a punto de levantarme pero un dolor hizo que me paralice. -sonrió forzadamente-.

-Bueno. Si usted lo dice.

Y así pasaron la tarde conversando como solía hacerlo desde que se instaló en su casa de verano. El lugar era muy poco concurrido y solo algunos tenían acceso, ni siquiera su madre podía entrar si quería.

Aunque eso no aplicaba para una persona, su prometido tonto e imprudente.

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A quien se le ocurrió la brillante idea de mencionar la frase que comienza a desenmarañar todo el juego. Solo a Dylang se le podía ocurrir semejante cosa absurda de la cual no podía juzgarlo.

Pero la culpa no la tuvo quien la leyó, sino quien dejó el diario a vista de todos y justamente llegó a manos equivocadas como la del tonto Dylang, como solía llamarlo Shaiming.

Te quiere...

¡¿Idiota?!

Esto parecía una treta de la vida, encontrar al que fue tu ex y recordar todo lo que te hizo era una locura sacada de una película de terror barato. Porque de drama no tenía más que las lágrimas.

Los sollozos y gritos eran imparables que sólo se vieron cesados por el desmayó inminente de Zhan. Todo parecía una maldita paradoja, ni Shakespeare fue tan dramático como lo era Ji Li.

-Creo que lo mejor es que se quede conmigo por un tiempo.

-¿Estás seguro?

-miro escépticos a los chicos-. ¿Quieres que tenga otro episodio como el de hoy? Por mi no hay problema, pero sabes que el estrés es sumamente peligroso para las personas con su condición. -regaño Ji Li-. De Sully puedo esperar esa respuesta, pero de ti. No lo creí.

-Lo sabemos tío, pero no pensamos que esto pasaría. -dijo con pena Sully-. Haremos lo que creas conveniente.

-Por el momento háganse cargo de su padre, Zhan estará en buenas manos con nosotros.

-Bien, eso haremos.

La memoria de porquería funcionaba perfectamente con esa persona y lo peor es que sus propios hijos sabían del estado en que se encontraba. Jamás le deseo el mal, pero se alegraba un poco que viviera un infierno.

Aunque duró menos de cinco minutos que su lucidez se esfumara por completo y volviera a su mundo que sólo entendía él. Ni siquiera Shaiming podía entender la mente frágil se su madre a pesar de haber estudiado medicina