Nosotros y la luna

𝐃𝐨𝐥𝐥

Después de comer subí al cuarto que me habían dado, era lindo, tenía una chimenea y sin dudas parecía una cabaña, fije mi mirada en mi ropa y note que tenía puesto mi pijama de Spider-Man, ahora recuerdo lo que dijo mi madre, es la única ropa que traigo.

 Agarre mi libreta y comenzó a escribir letras de canciones, cuando prendí mi teléfono el reloj marcaba las 3 am.

 Mierda, ¿tanto tiempo estuve? Me levanté y silenciosamente baje para la sala, estaba todo apagado, y sin hacer ningún ruido salí a caminar por el vecindario, todo se veía oscuro, lo único que iluminaba era la luz de la luna llena y sinceramente el lugar si era lindo. Todo era paz hasta que una motocicleta se frena delante mío con mucha rapidez y fuerza llenándome de lodo.

 —¡¡¿Agh, ¿eres estúpido?!!— dije con furia, cuando el chico de la moto se saca el caso. 

—tú fuiste la que se cruzó en mi camino, muñeca.- Dijo el chico de la moto mirándome de arriba a abajo, no te voy a negar, estaba buenísimo, tenía el pelo castaño y desordenado, sus ojos claros como la luna y tenía una sonrisa picara que me ponía los pelos de punta.

 —no me digas muñeca, idiota— dije enojada mientras él sonría, imbécil...

 —fíjate por donde caminas, estuve a nada de matarte, ah y lindo pijama. —agarro su casco y se fue volviéndome a embarrar, pero esta vez el barro cayó por toda mi cara. Agh todo mi pijama y mi ropa estaba llena de barro, era la única prenda que me quedaba, toda mi ropa sigue en el camión de mudanza ¡EL CUAL TODAVÍA NO LLEGO PORQUE SE ATRASO!.

 Me fui para la casa y cuando llegue me encontré con la amiga de mi madre con una bata, una mascarilla verde y esa cosa para dormir en los ojos. 

—Daphne cariño, ¿que haces despierta a estas horas?, estas llena de lodo...— dijo mirándome de arriba a abajo y alejándose como si la suciedad fuese una enfermedad.

— oh si, un idiota me embarro toda, y es la única prenda que tengo en esta maleta.

-dije tratando de limpiar con mis manos toda la mugre que se encontraba en mi ropa. Sylvie me miro preocupada, me dio una remera y unos shorts que estaba arriba de una silla.

 —ve arriba, báñate y duerme cariño.

Esta ropa me quedaba muy grande, no puedo creer como alguien como sylvie puede usar algo así. Ya se estaba haciendo tarde, yo seguía despierta viendo mi Facebook, fotos de mis amigas y de mi novio Nick. Los extrañaba tanto, parece que a mi madre no le importo mucho mi vida, me podrán decir egoísta, pero duele dejar a tus amigos, igualmente entiendo que todo lo que hace es para cuidarme, pero mi orgullo no me deja agradecerle y solo la trato mal. 

                                                                                   ....... 

 Al despertar solo pude escuchar gritos.

 —¡𝙏𝙚 𝙖𝙩𝙧𝙚𝙫𝙚𝙨 𝙖 𝙡𝙡𝙚𝙜𝙖𝙧 𝙖 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙨 𝙝𝙤𝙧𝙖𝙨!, ¿𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙨 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙫𝙤𝙮 𝙖 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧 𝙘𝙤𝙣𝙩𝙞𝙜𝙤?

 Apresuradamente, bajé las escaleras, pero al llegar la puerta se cerró fuerte.