Cap.4. ¡Vamos de compras!. Y no nos importa tu negatividad.

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Pov Alfred:

Luego de la revelación de Edward y su Don de vieja chismosa de la esquina, entre a mi segundo hogar mirando a Charlie que tenía un rostro desanimado.

-¿Charlie?. -pregunte causandole un susto-.

-Alfred... -dice lentamente- ¿Soy un mal padre?. -pregunto él con preocupación-.

-Por supuesto que no. ¿Porqué lo dices?, Charlie eres el mejor padre que un joven querría o un adulto hubiese querido tener. -contesto con ánimos para que no estuviese asi-.

-Yo... no logro congeniar con mi propia hija. Siempre evita tener cualquier tipo de conversación además de la necesaria y antes era peor ni nos dirigíamos la palabra a no ser por algunos cuantos comentarios cortos, comenzó a hablar más cuando llegaste a nuestras vidas... Bella comenzó a ser más social tanto conmigo como con la gente.

-No te preocupes. Ella es una chica muy introvertida (al igual que tu) y hace las cosas a su propio paso.-dije dándole un medio abrazo porque no quería que se sintiera muy incomodo-. No te desanimes yo se muy bien que aunque Isa no lo demuestre se preocupa mucho por ti.

-Gracias, hijo postizo. -dice dando palmadas en mi cabeza-.

-De nada padre postizo. -contesto divertido-.

Aunque no fuéramos familia de sangre lo éramos de corazón. El fue quién me salvó al llegar a mi "casa",  de mi verdadera familia. Metiendo entre las rejas a ese sucio bastardo.

-¿Y como les fue con los paliduchos?. -dijo tomando una cerveza de la refrigeradora y tomando asiento cosa que también hice-.

-Pues fue muy bueno, la pasamos bien... -comente dejando un suspenso mientras me acomodaba mejor en mi asiento-.

-...

-... .

-¿Qué me tienes que decir?. -dice el bigoton sabiendo muy bien mi comportamiento-

-Tengo una cita. -dije directo-.

-¿Con quién?.

-...

-¿QUIÉN?. -presiono-.

-ConelSeñorCullen. -contesto rápidamente dejándolo en un pequeño shock-.

Tres malditos minutos en silencio y inmóvil.

-¿Sabes cuantos años se les da de cárcel a los hombres que salen con menores?. -dice de repente asustandome-.

-¡No soy menor!. ¡Tengo 23 años!. -reproche enojado-.

-Pero el debe tener 30 o talvez más. Eres un niño al lado suyo. -dijo atacando mis palabras-.

-Charlie, la edad es lo de menos.-me defendi-
¿Sabes?, no estaría mal tener un Suggar Daddy. -comente apoyando mi mandíbula en mi mano-.

El solo se quedó con cara de "Medicate loca".

-¿Por eso vas a salir con el?. -inquirio el con curiosidad-. Yo te puedo dar todo lo que quieras sin tener que hacer esas cosas.

Doctor a media noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora