Tu despedida

26 3 1
                                    

Pocos días antes de la muerte del rubio, Sanji por la madrugada había recibido un ataque, el cual lo dejo en cama, en el que no se podría recuperar fácilmente, respiraba con dificultad, miraba con tristeza al moreno, mientras los doctores lo alejaban de él, lo sacaban de la habitación.

Al día, lo dejaron entrar, en donde estaba un Sanji con más dificultad de hacer todo, respirar, y le costaba demasiado hablar, no podía moverse fácilmente.

— Zoro... — Empezó a respirar con más dificultad y agitadamente. — Me rindo...

El moreno abrió los ojos, le agarro con fuerza la mano del rubio, la coloco en su cara, y miro al rubio.

— No, no te rindas, se que tu eres fuerte. — Empezó a respirar rápidamente, intentando parecer fuerte.

— Zoro... — Lágrimas salieron de él. — No puedo más... Te amo mí vida.

— ¡Tu si puedes idiota, si puedes! — Intento no romperse, aunque salieron lágrimas de él.

— Zoro... ¿Y si no puedo? ¿Y si muero? No quiero dejarte solo... — Su respiración empezó a sonar forzada, sus latidos fueron más rápidos.

— Conseguirás un donante. — Cruzo los brazos. — O sino, alguien de los Vinmoske te tendrá que donar, a las buenas o a las malas.

— Tu sabes que... — Mordió su labio, para luego llorar. — Tu sabes que yo no necesito nada de ellos, y menos de mí padre.

— Tu padre es Jeff, no esa asquerosa rata. — Se acercó hacia el rubio, para darle un abrazo. — Ahora tranquilo, te amo, corazón.

— Yo igual, mí vida.

.

.

Dos días después de la muerte de Sanji, se iba a hacer su funeral, en donde estaban invitados los hermanos Vinmoske, los mugiwaras, y los cocineros del Baratie que eran de más confianza. Además también habían invitado al médico que lo trato durante esos años, Trafagar D. Water Law, el cantinero que siempre le daba consejos al rubio cuando eran pequeños, Eusstas Kid.

Un Zoro vestido formalmente por primera vez en su vida caminaba hacia el asiento que estaba asignado para él, el silencio hacia escuchar los pasos de él, vio a Luffy cruzado de brazos, un Usopp, Franky, Chopper y Brook con lágrimas en sus rostros, Mientras el esqueleto tocaba una melodía con el piano, una Nami ya casi llorando, una Robin que no demostraba ninguna expresión en su rostro.

Nami estaba un poco enojada, porque en el lugar de asientos de los más importantes, solo estaba Jeff y Zoro, le molestaba un poco porque ella era la mejor amiga del rubio.

Y así, comenzó su funeral, su despedida.

Jeff suspiro, se levantó y fue directo al micrófono.

— Sanji me dijo, antes de fallecer, que diera mis palabras, pero también quería que Zoro las dijera. — Miro directamente al moreno.

Zoro asintió, un nudo en la garganta se le formó.

— Sanji, era mí empleado, mí hijo, realmente fue una persona buena, él iluminó mí ser cuando llego a mis manos, no es mí hijo de sangre, pero es mí hijo de corazón, y lo amaré por siempre, y no me importa como era él, es mí hijo, y nunca lo abandonaría, quizás le he pegado, pero no de mala manera, demostrándole cariño, y él ya lo sabía, nos divertíamos cocinando, y él viendo mujeres, y mira ahora, se terminó enamorando de un hombre musculoso, con pelo de marimo, y sin sentido humoristico. — Termino de decir, para mirar en donde Sanji se encontraba ahora, y luego ir a sentarse, mirando de mal gusto a los Vinmoske.

Zoro se paró, trago saliva y fue hacia el micrófono.

Miro a todos, y más a los de cejas rizadas, miro las cejas rizadas de esos tres hermanos, y de esa hermana.

— Ustedes ya saben cómo es- era Sanji, un pervertido, buen cocinero, respetuoso con las mujeres, — Quedó callado por unos segundos. Suspiro y continúo — No tengo ni idea de cómo se hacen estas cosas, no soy creyente de Dios y esas cosas, realmente odio las iglesias, pero eso no importa. — Frunció el ceño. — Sanji, era una buena persona, realmente hermosa, sus ojos, todo de él, siempre lo voy a amar. — Zoro miro a Jeff. — ¿Que más tengo que decir?

Jeff abrió los ojos, apretó sus dientes entre si.

— Hablaremos después, — Cruzo los brazos cerrando los ojos.

— Solo es eso, supongo, aunque a Sanji no se le va a poder remplazar nunca, él sufrió mucho, por personas — Miro a los Vinmoske. — Que están presentes aquí. — Fue a sentarse en donde ya estaba.

Y después de largo rato, Zoro se libero de esa cárcel, iglesia.

.

.

Falta tan poco para el invierno, moriré del frío, sin poder recibir calor corporal del rubio, voy a morir.

¿Para que seguir viviendo si ya perdí lo que más me importaba?

¿Para que seguir viviendo si no soy suficiente en este mundo?

¿Para que seguir viviendo si no lo puedo tener en mis brazos?

La noche en la que me enteré de que él ya no estaba con vida, llore demasiado, no pude ser fuerte, eso dolió, realmente es doloroso perder a alguien, y más si amas a esa persona.

Zoro se canso de estar acostado, se cambió y salió de su casa, con su teléfono, billetera y llaves, fue directo a un bar.

Llego después de un gran rato, se había perdido varias veces, y no lo aceptaba, entro, y vio a Kid, se sentó en la barra y espero a que lo atendieran.

— ¿Que se te ofrece? —. Preguntó el peli-rojo mirándolo.

— Un vaso de cerveza. — Se negó a pedir una copa de vino, ya tenía que superarlo.

Kid abrió sus ojos, le asintió y luego le dio el vaso de cerveza.

— Kid... ¿Que tal estás? —, Pregunto intentando armar un tema de conversación.

— ¿Que tal estoy? —, Tenía problemas, pero no quería hablar sobre eso en su trabajo. — La verdad es que bien. — Mintió.

— Me alegro por ti. — Dio un trago.

— ¿Y tú como haz estado? —, Pregunto intrigado, le sorprendió que no pidiera esa copa de vino.

— Bien, no lo sé. — Dudo de si mismo.

— Mmm, está bien, no lo sé. — No sabía cómo apoyarlo, y dijo. — ¿Mejor? Me enteré de que te encontraste con los mugiwaras.

— Oh, si, la verdad no me gustó. —, Sus ojeras cada vez se notaban más.

— Veo que estás más musculoso, ahora entiendo de porque Sanji te traía tantas ganas.

— Oh, que dices, claro que era por mis chistes. — Río al decirlo, dejando sorprendido a Kid.

Él sonrió.

— Te noto mejor, me alegro por eso espadachin.

.

.

Empezó a moverse más, haciendo que su compania saliera de la cama y fuera a fumar en el balcón.

Él transpiraba.


|•••|




Supongo q perdón por no haber estado activo, realmente me sentía mal, y bla bla bla, cosas personales.

Espero que les haya gustado este capítulo de mierda, duerman bien y no sean como yo.

𝑪𝒐𝒎𝒐 𝒐𝒍𝒗𝒊𝒅𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒔𝒊 𝒕𝒆 𝒂𝒎𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora