Después del renacimiento, me convertí en el favorito del imperio.

Capítulo 3: ¡Muchacho, ven a servir como un soldado bajo mi mando!

A la gente siempre le gusta dar sentido a la muerte.

Tal vez sacrificio, tal vez honor, tal vez vergüenza.

Pero Ji Ye, que ya había muerto una vez, sabía que la muerte era solo soledad.

Cayendo impotente en el abismo sin fondo, incapaz de agarrar la vida que pasa, convirtiéndose en polvo diminuto, vacío e indefenso, nadie puede ayudarlo.

Muy triste.

Ji Ye nubló su visión, sin esperar volver a experimentar este tipo de dolor solitario.

En medio del rugido ensordecedor, miró fijamente el cielo sin estrellas, sus pupilas se dilataron poco a poco, gradualmente oscureciéndose y muriendo en silencio.

"Chico, ¿quieres morir?"

De repente, una risa se escuchó junto a mi oído.

Ji Ye tembló los párpados, levantó los ojos con sorpresa y vio a un chico de diecisiete o dieciocho años que vestía un traje negro y llevaba un cañón de misiles de servicio pesado de dos metros de largo. No supo cuándo apareció en silencio. a su lado.

Al verlo mirar hacia arriba, el joven levantó las cejas ligeramente y había una sonrisa maliciosa en su rostro abierto:

"Te vi correr por tu vida desde lejos, es una pena que tu niño muriera aquí, te daré un oportunidad de vivir, ¡ven, déjame servir como soldado!"

Ji Ye miró fijamente a la otra parte, justo a tiempo para ver a un bandido estrella disparando hacia él por el rabillo del ojo, y dijo con voz ronca: "Ten cuidado..." En En el mismo

momento, el arma en el hombro del joven se activó repentinamente, y él se dio la vuelta, el fuego azul que se elevaba se balanceó en círculos, devorando a todos los ladrones de estrellas que intentaron atacarlo.

Innumerables misiles aplastaron las ruinas humeantes en un instante, el aire era abrasador y el viento y las olas barrían como cuchillos.

Pero el ataque del niño no se detuvo.

Sus ojos color ámbar estaban llenos de interés, y bajo el corto cabello negro, sonreía y mostraba dos caninos afilados, claramente estaba en el campo de batalla de la vida o la muerte, pero parecía estar disfrutando de todo.

El arma se activó nuevamente, y los misiles azules en llamas barrieron indiscriminadamente, explotando las ruinas enteras más allá del reconocimiento, y el sonido de la risa salvaje atravesó el cielo nocturno lleno de llamas como una pesadilla.

¿Es este hombre un loco?

Ji Ye miró la espalda del niño temblando.

Aunque el ataque del chico fue feroz, no lastimó a Ji Ye en absoluto, e incluso el impacto de la explosión se disipó justo antes de que se acercara a Ji Ye.

Al mismo tiempo, un joven se desliza desde el aire y, después de aterrizar con firmeza, dice con normalidad: "Mayor general, por favor, deje de mostrar sus nuevas armas. Lo más urgente ahora es..." Antes de que terminara de hablar, el joven notó

a Ji Ye, que estaba muriendo en el suelo, cambió su expresión e inmediatamente se arrodilló para ayudar a Ji Ye a dar primeros auxilios.

Lo primero que notó Ji Ye fue el uniforme militar imperial del joven.

gente del imperio? !

El imperio y la federación siempre han estado en armonía entre sí. Esta es la periferia de la federación. ¿Cómo podría aparecer el ejército imperial?

Además, los informes de este desastre en la vida anterior no mencionaron a ningún pueblo imperial en absoluto.

"¿Cómo es? ¿Se puede salvar? "

El joven conocido como el mayor general miró hacia arriba, con una expresión que aún estaba inconclusa después del asesinato.

Sus ojos ámbar miraron a Ji Ye de arriba abajo, si el joven no lo detenía, parecía querer levantar a Ji Ye para mirar.

"Este niño está demasiado débil y ha perdido mucha sangre. Solo puedo tratar la herida fatal brevemente y todavía tengo que llevarlo a casa para recibir primeros auxilios", el

joven estaba a punto de abrazar a Ji Ye, pero Ji Ye lo sacudió. su cabeza hacia él.

"No te preocupes por mí", la voz débil de Ji Ye era muy suave y no podía escucharla claramente sin escuchar con atención, "¡Todavía hay muchos refugiados vivos aquí, sálvalos primero!" El joven estaba atónito y inconscientemente miró al chico a

su lado.

Pero el joven mencionó a Ji Ye directa y groseramente, y lo arrojó a sus brazos. Al mismo tiempo, había una mueca en ese rostro arrogante: "¡Quiero salvar a quien quiera salvar! Eres mi soldado favorito. ¡Si te atreves a morir, ninguno de los refugiados
aquí vivirá!" 

Ji Ye levantó su corazón violentamente, pero había llegado a su límite, no importa cuánto lo intentara, todavía caía en la oscuridad por la preocupación. Cuando despertó de nuevo, se encontró acostado en la exclusiva cabina médica de la aeronave. Volviendo a la conciencia, recordando lo que dijo el lunático antes, de repente murmuró nerviosamente: "Refugiados ..." "Todos los que pueden salvarse están vivos". Ji Ye miró de reojo a la fuente de la voz y vio a un médico haciendo guardia. Al lado de la cabina médica, mirando el bloc de datos que tenía en la mano, dijo sin levantar la cabeza: "El mayor general dirá algunas palabras locas de vez en cuando, no se lo tome a pecho, en realidad es... bueno, muy decente". ." ¿ Decente? Ji Ye recordó la apariencia loca de ese joven cuando mató a alguien y frunció la comisura del labio inferior sin expresión. Después de una pausa, volvió a preguntar: "¿El ladrón de estrellas?" Fue solo cuando habló esta vez que se dio cuenta de que su voz era extremadamente ronca y que sus cuerdas vocales parecían estar aplastadas por algo.