KIM TAEHYUNG.
Jungkook; 34. Taehyung; 26.
Rebotando sobre las puntas de mis pies, me rio mientras papá camina lentamente en círculos a mi alrededor.
Mi papá es el líder retirado de la Bratva, y mi mamá es responsable de derrocar a muchos sindicatos de tráfico sexual. Mis padres son duros hasta los huesos y poderosos. Por lo tanto, cuando papá dice que es hora de una sesión de entrenamiento, no discuto y hago lo que me dice.
―Vamos, viejo. No tengo todo el día, todavía tengo que ir a recoger mi vestido y conseguir algo de última hora... ―Mis palabras se cortan cuando papá se lanza hacia mí, luego mis pies son barridos debajo de mí y mi trasero golpea la colchoneta con fuerza.
Dejo escapar un estallido de risa mientras gimo.
―Viejo, mi culo ―murmura―. Pequeña mierda.
Me pongo de pie, luego me lanzo hacia adelante. Agarrando los hombros de papá, balanceo mi cuerpo alrededor del suyo y envuelvo mis piernas alrededor de su cuello. Lo derribo con un giro de mi torso, y ambos nos estrellamos contra la colchoneta.
Alguien empieza a aplaudir y mi cabeza se mueve hacia la puerta del gimnasio.
―No está mal, hermanito ―me elogia Yoongi.
Puede que no estemos relacionados por sangre, pero eso no importa. No solo considero a Yoongi mi mejor amigo, sino también mi hermano mayor. Nos criaron como hermanos porque nuestros padres tienen un vínculo inquebrantable.
El papá de Yoongi, el tío Demitri, es mi padrino, y papá es el padrino de Yoongi. Desde antes de que yo naciera, ambas familias han vivido en la misma propiedad. Estoy entrenado igual que Yoongi, pero debido a que tengo la protección de mi familia, nunca tomo las sesiones de entrenamiento en serio y solo lo hago para apaciguar a mi papá.
Yoongi, por otro lado, es mejor que nuestros padres, lo cual debe ser así, dado que es el jefe de la Bratva.
Mis ojos se posan en el otro hombre al lado de Yoongi. Jungkook Jeon, el jefe de la mafia italiana y el mejor amigo de Yoongi. Nuestras familias son unidas, y él también es el ahijado de papá.
El hombre es conocido por la forma despiadada en que domina el mercado de armas, nadie se atreve a enfrentarse a él y se ha ganado el respeto de todos los demás jefes de la mafia y de mi padre, que no es fácil de impresionar.
También es una de las razones por las que lo tengo en tan alta estima. Puede que no nos llevemos bien, pero eso no me impide admirar lo que ha logrado a la edad de treinta y cuatro años.
Suspiro, estoy enamorado de él desde que descubrí mis hormonas. Es mi secreto mejor guardado, uno que me llevaré a la tumba, ya que Jungkook siempre es indiferente conmigo. Me enfurece muchísimo, y los pequeños golpes que nos damos no ayudan tampoco.
El hombre es alto, moreno y guapo: una obra de arte italiana con una mandíbula cuadrada y una boca con la que he tenido fantasías salvajes.
Con un par de pantalones de chándal y una camiseta blanca hecha a la medida de su musculoso pecho, es nada menos que una obra maestra. Cada centímetro de él irradia confianza y poder.
Maldita sea, esos pantalones de chándal. S. E. X. Y. S.
Al igual que Yoongi, Jungkook es peligroso y despiadado. También es arrogante y exigente, pero nada de eso me impide desear al hombre.
Debería hacerme examinar la cabeza.
Jungkook le sonríe a papá.
―Tío Kim, me alegro de verte.
―Lo mismo digo, hijo. ―Papá levanta una toalla y se seca las gotas de sudor de la nuca―. ¿Cuándo llegan tus padres?
―Esta noche.
Papá asiente y luego me da un abrazo de lado.
―Buena sesión. A la misma hora la próxima semana.
―Sí, papi.
Cuando papá sale del gimnasio, Yoongi y Jungkook caminan hacia la colchoneta.
Curioso, pregunto:
―¿Van a entrenar?
―Sí. ―Yoongi lanza una sonrisa en mi dirección―. Necesito patear traseros.
―Eso quisieras ―murmura Jungkook.
Ni siquiera me mira, y no ha escapado a mi atención que ni siquiera se molestó en saludarme.
Grosero.
Solo para arruinarle la fiesta, le sonrío dulcemente.
―Hola, Jungkook. Es bueno verte otra vez, yo estoy bien, gracias por preguntar.
Sus ojos solo me tocan por un segundo.
―Taehyung, un placer como siempre.
Puaj.
Camino hacia donde están mi toalla y mi botella de agua y las recojo. Me paso la toalla por las mejillas y el cuello mientras observo a los hombres tomar sus posiciones.
Patéale el trasero, Yoongi.
Yoongi comienza a moverse, rebotando ligeramente sobre sus pies, pero Jungkook no mueve un músculo.
Mientras llevo la botella a mis labios, Jungkook se lanza repentinamente, gira su poderoso cuerpo en el aire y golpea el talón de su pie contra el costado de la cabeza de Yoongi, luego aterriza sobre sus pies y golpea las piernas de Yoongi debajo de él.
Jesús.
He peleado con Yoongi antes, y nunca he sido capaz de hacerlo caer.
La botella todavía está suspendida a medio camino de mi boca, pero mi mandíbula prácticamente descansa en el suelo mientras trato de respirar más allá del estallido instantáneo de lujuria que calienta mis partes femeninas.
Yoongi rápidamente se pone de pie, y se lanzan el uno contra el otro, moviéndose tan malditamente rápido, que solo puedo parpadear mientras los veo pelear.
Me doy cuenta de que papá se lo ha estado tomando con calma porque no tengo ninguna posibilidad contra ellos.
Sigo babeando por Jungkook hasta que toman un respiro. Con su respiración acelerada y una expresión seria en su rostro, me mira.
Tan, tan caliente.
Entonces me doy cuenta de que Jungkook me está viendo mirarlo. Mi estómago da un salto mortal loco, y me estremezco porque me atrapó mirándolo con los ojos, me giro para irme, pero me dirijo en la dirección equivocada.
―Contrólate ―murmuro en voz baja antes de irrumpir en dirección a la puerta.
Juro que mi cerebro se derrite en un charco de hormonas cada vez que ese hombre está cerca.
Es muy frustrante estar enamorado de alguien que ni siquiera te ve como una persona que valga la pena.
Es tu cumpleaños mañana. Ve a recoger el vestido que pediste y consiéntete. Olvídate de Jungkook Jeon.
Uf, eso quisiera.
He intentado superarlo durante once años, pero no sirve de nada.
Cuanto más me ignora, más lo quiero.
Es un círculo vicioso del que no puedo escapar.
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ELEGIDO (KookTae)
FanfictionDespués de un accidente con las copas, Kim Taehyung se encuentra en un dormitorio desconocido al lado del hombre más temido de todos. Un doncel que corrió con la mala suerte o tal vez fortuna de convertirse en un esposo durante seis meses. Un acuerd...