𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃 || "This night is sparkling, don't you let it go"
Donde Nala empieza a tener sentimientos y experiencias que jamás creyó vivir, o donde Min Ho batallaba, interna y silenciosamente, para acercarse a la chica que lo traía de cabeza...
La música seguía resonando en su cabeza, pero ahora estaba seguro de que ningún instrumento se podía comparar con la melodía que era la risa de Nala. Una melodía que ansiaba oír una y otra vez.
Podía sentir perfectamente como los dedos de ella rozaban su nuca, el calor que emanaba de su cuerpo y sentir su respiración a la altura de su barbilla. Justo ahí, en ese preciso instante, supo que no quería estar en ningún otro lugar.
-¿Estás bien? ¿O te arrullé muy bien entre mis brazos que ya te quedaste dormida?- molestó al ver como Nala seguía con la cabeza recostada en su pecho
-Debo admitir que si es relajante- rió levantando el rostro hacia el chico -pero no es muy caballeroso de tu parte decirle eso a una dama- negó con la cabeza
-Oh, lo siento tanto, bella dama- se disculpó imitando un acento británico -pero soy así por naturaleza, si quieres conocerme, esto viene incluido en el paquete-
-¡Oh, no! ¿Cómo voy a hacer para no caer ante los coqueteos del maravilloso y super atractivo Min Ho?- preguntó Nala mientras se tomaba la cara con preocupación para luego echarse a reir
-Eres muy graciosa- respondió sarcástico el chico -pero al menos admitiste que soy...¿maravilloso y super atractivo? Dios, ni siquiera yo soy tan narcisista, me aumentaste el ego, lo aprecio-
Nala no puedo evitar detenerse a observar el rostro de Min Ho, lo había dicho como broma, pero ahora que lo veía con mucho más detenimiento, era cierto. Min Ho era realmente atractivo. No es que no lo haya notado antes, pero justo ahora...
¿Por qué Min Ho parecía brillar debajo de esas luces?
-Si, bueno- murmuró Nala mirando a otro lado, ¿Qué había sido ese cosquilleo? -muero de sed...¿Dónde está, Q?- preguntó con desesperación
Un gran estruendo hizo que se separaran de golpe, ahí estaba Kitty. Su querida amiga estadounidense se veía avergonzada, gracias a una torre de cupcakes. Y cuando la vio irse, no pudo evitar preocuparse de más.
-Min Ho, debo irme- le dijo antes de si quiere dejar que el chico hablara -fue lindo bailar contigo- terminó de decir para darle una sonrisa y salir a toda prisa detrás de Kitty
El pelinegro se quedó con las palabras en la boca, pero la sonrisa que no tenía se la quitaba nadie. Había sido una gran noche, cada vez estaba más cerca.
