You'll have to kick him out again

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Foolish podía sentir la mirada de Mariana siguiéndolo. Se arrastraba por su cuerpo: embelesado por su presencia.

Se sentía... mal.

Demasiado familiar pero no podía llegar a ser halagador o reconfortante.

No quería querer a Mariana, ni que Mariana lo quisiera, porque eso solo justificaba sus repugnantes deseos.

Foolish no podía quitarse de encima la sensación que latía en su pecho. No podía rendirse. Hoy no. Nunca más.

Sólo pizza, se prometió a sí mismo.

Sólo una cura para la resaca de un amigo.

Un amigo borracho.

El es como una plaga. Una enfermedad.

La forma en que se arrastra por su vida y acecha cada uno de sus movimientos.

La forma en que golpea en el momento justo cada vez.

Y, desafortunadamente, simplemente decide rendirse.

Foolish es receptivo a todo lo que el dice o hace.

Lo acepta. Lo sigue.

Y la gran pregunta es... ¿Por qué?

¿Por qué quiere esto? ¿Por qué se hace esto a sí mismo?

¿Por qué no puede simplemente seguir sus propias reglas?

Foolish volvió a la sala con la pizza en un plato. Se arrodilló en el suelo y colocó el plato sobre la mesa junto a sus bebidas, antes de arrancar una rebanada y morderla.

"¿Pizza de pepperoni congelada?" Mariana dijo con una burla mientras se levantaba tembloroso del sofá y se tambaleaba hasta llegar al suelo. Se arrodilló, cerca de Foolish, y alcanzó su propia rebanada de pizza. "No he comido esto en como... 3 meses".

"Lo tengo la mayoría de las noches", murmuró Foolish en voz baja, con un suspiro. "Es fácil. Y barato".

"¿También te gusta la cerveza?" Mariana dijo con una sonrisa y volteó hacia las botellas vacías escondidas en la esquina de la habitación. Foolish palideció. Mariana se rió entre dientes. "Siempre eres el mismo, Foolish. Cada vez que Vegetta y Leonarda están fuera de la casa, es la misma historia, una y otra vez".

Las cejas de Foolish se fruncieron. "Y, por supuesto, siempre tienes que ser parte de eso", escupió Foolish: amargado y finalmente cansado de las burlas de Mariana. Le encantaría darle una patada para sacarlo de su casa. No sabe porque dejó que esté ahí principalmente.

"Bueno", canturreó Mariana, "Pizzas congeladas y cerveza".

Foolish simplemente miró a Mariana y se comió otra porción de pizza mientras el de pelo marrón comenzaba a reírse por lo bajo.

Luego se hizo el silencio.

"De todos modos", añadió Mariana, después de unos segundos; mucho más controlado y recto que antes. "Si no me quisieras aquí, no me tendrías aquí. Así de simple".

Foolish tragó saliva y se dio la vuelta, repentinamente sonrojado. Ahí estaba su respuesta.

El tenía razón.

Tenía razón, tenía razón, tenía razón.

Y Foolish odiaba que tenga la razón, pero maldita sea, estaba tan mal.

...

Sé que es corto, le di más atención al siguiente capítulo. Tiene escenas "subidas" de tono (No creo que sea tan así, pero quizás a alguien le cause incomodidad) prefiero que lean con precaución.

Lo subiré mas tarde, nos leemos después ;)

New Rules - FoorianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora