Para ser libres no necesitamos sentir el mar o el viento en nuestra piel, solo necesitamos estar juntos y sentirnos bien.
Personajes de one piece | x | OC femenino
Ninguno de los personajes me pertenece a excepción de Kiara.
La historia tendrá algu...
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Llanto de un inocente.
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Los gritos de un bebé se escuchaban en todo el ancho y bastó mar del east blue, nadie sabía de dónde provenía o que lo ocasionaba. ¿Un usuario de una fruta quizás?
La respuesta a eso se encontraba en un pequeño barco que luchaba por no volcarse en ese terrible noche de tormenta.
El barco se mecía de forma violenta, como si se tratase de un animal salvaje, sin darle tregua alguna a los que en el moraban.
—Silencio bebé, no llores por favor. –Una misteriosa mujer, cubría a una pequeña niña entre unas arañosas telas verdes. La bebé no paraba de llorar por el frío de la noche, dejando a la madre con lágrimas en los ojos, ya que no podía hacer nada más en dicha situación.
<<—Ya casi llegamos pequeña, ya casi... –la tormenta no disminuía, y el barco amenazaba con volcarse en cualquier momento.
Pero para la suerte de aquella mujer, a lo lejos unas brillantes luces se asomaban. Era un faro, lo cual indicaba que había una isla cerca.
La mujer tomó los remos del barco como pudo, ya que tenía a la pequeña bebé en sus piernas, y remó con todas sus fuerzas en dirección a la isla.
Al estar cerca de lo que creía ser el puerto de la isla, la mujer empezó a escuchar gritos, al principio pensó que era algún pueblerino guiandola a través de la tormenta. Pero vaya que se equivocaba, al terminar por acercarse a la isla, divisó como allí en el puerto se encontraba un inmenso barco pirata.
En medio de la lluvia, con los vientos arrasando con todo lo que podían, los piratas aprovecharon la debilidad de los pueblerinos y atacaron la isla.
La mujer no tuvo tiempo de dar la vuelta, pues cuando fue justo a dar con los remos del barco una gran luz se enfocó en ella.
—¡Ahí hay otra más, no dejen que escape!
El pánico inundó a la mujer ¿a dónde había ido a parar? Con fuerza intentó dar la vuelta al pequeño barco, pero fue inútil, pues cuando al fin lo logró sintió como todas sus fuerzas se marchaban.
¿Qué le estaba pasando?
La mujer sentía sus manos temblar, su cabeza no podía mantenerse recta y cuando se atrevió a bajar la vista vio allí en su torso la razón de sus males.
Una lanza le había atravesado el pecho, la sangre se escurría con rapidez por sus ropas llegando incluso a empapar a la pequeña bebé en su regazo.
Las fuerzas se habían marchado por completo, sus ojos pesaban y unas rebeldes lágrimas de impotencia empezaron a escurrir de sus ojos.
¿Iba a morir allí? ¿No podría ver a su pequeña crecer?
¿Acaso aquellos hombres le harían lo mismo a su pequeña?
Nadie podía responderle, pues sin darse cuenta, la mujer ya había muerto.
Los llantos del bebé se camuflaban a la perfección con las risas estoicas de aquellos piratas, la tormenta se hizo más salvaje de un momento a otro. Todo parecía perdido.
Y lo estaba.
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Tiempo sin actualizar, bueno, dejaré esto por aquí y me retirare lentamente.
