Preparada? - Dice mamá anímandome con una sonrisa.
- Si mamá. Nuevo colegio nueva vida decían, ¿No? -Le digo yo siguiéndole la sonrisa- Vete ya, voy a estar bien, te lo prometo. Todo es diferente ahora. Mentiría si no te dijese que estoy asustada, pero soy fuerte y esto no es más que un comienzo que estoy segura que irá bien, así que vete a trabajar ya, anda.
-Vale Di, poco a poco ¿Okey?. No te preocupes si hoy cuesta un poco. Es normal, es el primer día.- Dice mamá antes de irse despidiéndome con un beso en la frente.
Hoy era el nuevo día, el día en el que todo debía cambiar. Sabía que iba a cambiar. Ya no soy la misma persona, soy fuerte, el dolor me ha cambiado y hecho fuerte. Yo, Diana, era víctima de bulling. Lo que más me afectaba de todo, era ver el dolor e incomprensión de mi madre. Era difícil ver cómo alguien que has querido tanto, se machacaba por no haberse dado cuenta de mi sufrimiento o por no tener una confesión de su propia hija acerca de lo que la estaba afectando. Solo querría verla tranquila y que dejase de estra tan centrada en mi. Me encanta que lo esté, pero es su vida, tiene que divertirse, salir con amigas, disfrutar... Quiero ver como se descentra de mi y se centra en ella misma, porque lo merece, merece sonreir de la manera que ella siempre ha sonreido y que irradie felicidad. Ahora está apagada y sé que es por mi, le afecta de una manera incalculable mi dolor. Por mi, pero sobretodo por ella, este día tienes que salir bien.
Voy pasando pasillos, paredes que me resultan confusos, todo es tan difícil el primer día en un nuevo colegio... Me cuesta guiarme por las indicaciones, son confusas de igual manera que todo en ese momento, pero consigo llegar a la que será mi nueva clase. Me palpita el corazón a mil, solía ser una persona extrovertida pero eso cambió en algún momento. Ahora mismo me da terror estar en medio de tanta gente, soy el centro de cuchicheos y miradas, y eso me aterra. Se me acercan personas a hablarme, me dicen que les gusta mi pelo marrón claro, tiene reflejos rubios y siempre han dicho tener envidia por el brillo que tiene, me gusta mi pelo, me lo cuido mucho y en parte, es una forma de sentirme cuidada por mi misma, sentirme amada por mi. Las que me dirigen la palabra son 2 chicas, una mas baja que yo, con el pelo rizado negro que se presenta por el nombre de Clara y la otra chica, más alta y delgada, por el de Lucía. Las dos se dirigieron a mi amigablemente, después, se enpezó a unir más gente, hablaban conmigo, se reían y me hacía cumplidos. Si toda esta gente supiera todo lo que hubiese dado por tener una simple conversación así, que se interesaran mínimamente por mi, hace unas semanas... Sabía que hablaban conmigo porque era la novedad, que dentro de algunas semanas esto acabaría, pero igualmente era la primera señal de que las cosas en este nuevo colegio serían distintas. De repente, apareció en mi la convicción de ello. Aparece una profesora bajita, con un aire sofisticado. Porta una sonrisa y facciones risueñas.
-Hola queridos alumnos, ¿cómo habéis pasado el verano? Veo que ya conocéis a la nueva alumna. - Para un momento su caminata hacia su mesa dirigiéndome la mirada- Diana, ¿Verdad? Me alegro de conocerte preciosa, espero que poco a poco te vaya gustando este colegio, y ser una de las razones por las que te guste- Dice dirigiéndome un guiño después acabar- Bueno, creo que no hacen falta las presentaciones, pero igualmente sería un honor para la clase si vienes aquí y te presentas.
Otra vez me vienen los nervios al cuerpo, ya me miran todos, pero el hecho de presentarme en frente de todos, de pie, supone un esfuerzo muy grande para mí. Voy a allí intentando mostrarme lo más segura que pueda de mí misma. Miro a todo el mundk y alzo la voz.
-Hola a todos, soy Diana Martínez aunque la gente me llama Di. Espero que pueda llevarme bien con todos...- Miro a la profesora pensando si debería decir algo más, ella me mira y me da una enorme sonrisa y se prepara para dirigirse a la clase.
-Yo también espero que la tratéis bien chicos, Di te puedes sentar ya en el sitio ahí a la derecha -me señala con la mano- gracias reina.
Voy al sitio que me ha indicado y coloco mis cosas. Me gusta el sitio, está en tercera fila así que no supondrá ningún problema para la falta de vista que tengo.
-Que bien que te han puesto conmigo- Me dice Lucía desde detrás y me pego un susto, ya que no la había visto.
-Si, me alegro mucho Lucía -Digo con una sonrisa.
-Llámame Lu, Lu y Di, monosílabas, estabamos destinadas a conocernos -Me dice con una falsa cara de asombro, que me hace reír.
-Claro que sí, somos la pareja perfecta.
-¿Te me estás proponiendo? -Dice Lu pícara. Me río miesntras le contesto.
-Tengo que encontrar un anillo para que sea oficial -Lu se ríe conmigo y pasamos el resto de clases así: charlando, conociéndonos y en una que otra conversación se nos unía más gente. Se sentía un sueño hablar con tanta gente que me hiciera sentir bien. Esto es lo que quería, lo que tanto había ansiado y de lo que tenía tanto miedo por si no era así. Vuelvo a casa, está a un cuarto de hora andando así que me coloco los cascos mientras me pregunto cómo aguanté tanto tiempo en un sitio que em hacía tanto mal, existiendo personas como las que me había encontrado hoy. ¿A qué temía? Siempre he creído que no eran las personas, sino que era yo la que era diferente, la que tenía el problema. Que si esas personas me habían tratado mal, lo harían todos los que conociera. Ahora pienso en lo ciega que estaba del mundo. En lo poco que me quería a mi, y en lo poco que confiaba en los que me querían, que sus "te quiero" eran ficticios o que era solo porque me conocía de hace demasiado tiempo como para que viesen en realidad lo que era, la niña insegura, indefensa y poco interesante que creía ser. Así volví a casa, preguntándome el por qué de tantas cosas y con lágrimas en los ojos por una niña que vivió tanto tiempo indefensa en mí, y que ya no estaba allí, el dolor la había cambiado por la que soy ahora.
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Diana
RomanceEsta, es la historia de Diana. Diana aprenderá a vivir con sus cicatrices en un nuevo instituto, intentando dejar atrás el pasado que le atormenta, mientras que conoce a personas que le harán sentir que la vida de verdad tiene un sentido.