Jeon Jungkook es uno de los chicos más populares del instituto, conocido por su carisma y su habilidad para conectar fácilmente con los demás. Sin embargo, a pesar de su popularidad, hay una persona que ha captado especialmente su atención: Min Yoon...
Yoongi es todo un misterio. Se convirtió en un famoso productor y a veces participa en una de sus canciones. Pero nadie conoce su rostro, sólo su nombre. Como dice Jimin: aplicó la de Sia.
Lo quiso así porque también le gusta ser psicólogo en el centro de servicio social donde también trabaja Jungkook. Ayuda a las personas tanto con las letras de las canciones que hace y en persona sin que ellas sepan que es famoso.
Jungkook adora verlo en el trabajo. Algunas veces hasta se besan, llamando totalmente la atención. Al menos así, nadie le coquetería a su maníaco.
Vivían juntos desde que se graduaron de la universidad. Saja cuando conoció a Hera, de inmediato se encariñó con ella. Ambos duermen juntos y se extrañan cuando uno se va al veterinario a ver su salud o tomar una vacuna.
Todo está perfecto. Aunque Jungkook y Yoongi sienten que falta algo...
Solo no saben qué es.
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—Mi ángel— Yoongi sonrió al verlo en el trabajo.
—¡mi vida! ¿También irás al orfanato?— preguntó feliz de encontrarse con él. No era todos los días ya que, Jungkook salía mucho para resolver varios asuntos.
—Sí, me recomendaron para darle una cita a unos cuantos adolescentes ¿y tú?
—una pareja me contactó porque quieren adoptar. También aprovecharé para ver si están cuidando de los huérfanos.
—bien, vamos.
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—veamos... ¿Jeongyeon, verdad?
La chica de cabello corto asintió. Estaba encogida en el sillón, con la mirada fija en la ventana. Yoongi dirigió su mirada a esa misma.
—si te tiras, no vas a lograr lo que estás pensando— dijo mirándola. —todo lo que digas aquí, es confidencial. Puedes contarme lo que quieras.
—no confío...
—no eres obligada a hacerlo pero, es mejor que guardar todo lo que tienes en la cabeza para ti misma y te mate lentamente la cordura.
