•01•

1.3K 101 137
                                    


A Edson siempre le había parecido increíble todo lo que Diego podía hacer, su compañero de selección ya había ganado varios trofeos, reconocimientos, premios y hasta ya había sido medallista olímpico a sus cortos 22 años; en esos momentos era cuando caía en cuenta de todo eso pues su amigo jugaría nuevamente las finales de la Liga MX

Era verdad que no le agrado tanto escuchar la noticia de que Diego aceptaría el fichaje de los Tigres y no del América pero de igual forma y gracias a todos los años que llevaba siendo amigo de Lainez sabía que esa decisión muy probablemente no la había tomado él si no su padre –aunque Diego se esforzara por negarlo– y justamente por eso es que no lo llamó. A él no le gustaba que hubiese sido fichado por los Tigres y no era por su fanatismo hacia el club azulcrema, si no por el ambiente al que se enfrentaría Diego; no conocía la cuidad, tampoco a la mayoría de los jugadores mucho menos al director técnico, y en esos momentos no era precisamente el más querido por la afición mexicana o los medios de comunicación, sabía que no era el momento para llamarle, ¿qué le iba a decir? Su opinión no importaba en esos momentos así que lo único que hizo fue desarle lo mejor a su amigo para que recuperara su nivel y ya no comiera banca

Por los siguientes meses tampoco tuvo el tiempo de llamarlo ni de mandarle un mensaje al tabasqueño pues la presencia de Santiago en Europa lo obligaba a esforzarse el doble para no bajar su nivel o la prensa se lo comería vivo

La vez en la que se reencontraron fue en el partido contra Jamaica en el Azteca y no había sido el mejor reencuentro que digamos, no tuvieron tiempo de hablar o ponerse al día por los entrenamientos con el nuevo director técnico de selección y peor aún, en ese partido no les fue bien a ninguno de los dos; él metió un autogol y los jugadores rivales se rieron de él en su cara mientras que Lainez entró de cambio en el 4/4 del partido y no quedó más que como un berrinchudo; ambos regresaron a sus ciudades de residencia sin dirigirse la palabra más que para saludarse y despedirse a lo lejos

En ese momento recordó el partido contra Estados Unidos que sucedió unos cuantos días después, en si no vio el partido pero lo que si vio fueron los anuncios previos al partido que aunque ni Diego o él hubiesen sido convocados para ese juego la publicidad hablaba del partido "clásico del norte" con la vez en la que casi se agarra a golpes con Miazga por haber ofendido a Lainez en 2019; lo dijo y a día de hoy lo sostiene, se arrepiente de no haberle pegado a Matt. Entonces fue que se armó de valor y tomó una decisión

Va a llamar a Diego

Tomó su celar, buscó el número de Lainez y marcó, mientras escuchaba el tono de llama entrante se puso a pensar en qué tal vez en México era demasiado temprano todavía aunque no recordaba cuanta era la diferencia horaria, esperaba no molestar a Diego

— ¿Bueno?— se escuchó del otro lado de la línea una voz ronca y adormecida, si probablemente era temprano

— Enano— lo llamó para que supiera quien era ya que lo más probable es que Diego le hubiese contestado sin siquiera revisar el contacto

— ¿Edson?— se escuchó con un tono sorprendido y extrañado

— Si, discúlpame que te desperté allá a de ser todavía muy temprano—

— Que va si son las 12 del día— dijo para después bostezar— lo qué pasa es que ayer me desvele festejando con mis compañeros—

— Si por eso llamaba— le dijo mientras sonreía por la imagen mental del omega despeinado y recién levantado— felicidades enano, en verdad me alegra mucho que sigas consiguiendo todas estas cosas—

— ¿Viste el partido?— se le escuchaba feliz y a la vez sorprendido, aunque su amistad se había enfriado un poco por la distancia y los rumbos diferentes, aún quería al alfa con la misma intensidad y le hacía ilusión que este viera sus partidos

¿Fracaso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora