El silencio es tan abrumador que llegarías a vomitar de lo silencioso que ha estado esto desde que tienes memoria. Parece que nada ha cambiado de sitio, o eso quieres creer. Los árboles están en la tierra y las nubes en el cielo, nada fuera de lo común, ¿cierto? Excepto por una cosa...
La gente.
No hay nadie, en la calle, donde se supone que debería de haber una persona, este es el mundo de las personas. Y sin embargo, ni si quiera un coche ves pasar a tu alrededor. No estás seguro de cuánto tiempo llevas caminando en busca de siquiera un ser vivo, pero nada. Solo estas tú contra el futuro impredecible que te esperaba en Dios sabe cuando.
Sigues caminando, y sin embargo, lo único que te alivia después de esta situación, es que al menos nada a cambiado. No hay indicios de robos o destrozos, todo está igual que siempre. Los escaparates de las tiendas tienen artículos que mostrar, el olor a café saliendo de una cafetería como si de un día cualquiera se tratara. E inclusive, ves cerca de tu pie un hilo de hormigas pasando justo a la par que ti. Por lo menos, parece ser que la vida animal sigue en pie, en cierta forma es reconfortante.
Tras una larga caminata, sientes como pareciera que tuvieras agujas en los pies del dolor que sientes. Por lo que caes rendido contra el sucio asfalto, eso hace que al apoyarte, te manches ligeramente las palmas de las manos, pero no te importa demasiado.
Al quedarte un rato sentado, no evitas mirar a tu alrededor, anhelando alguna señal de vida. O mínimo, algo fuera de lo común como mucho. Pero el paisaje sigue siendo el mismo, todo igual que siempre
...¿O no?
Bendices a Dios por no tener problemas de vista, pues parece ser que ves algo a la muy lejanía. Algo de lo que no te habías percatado hasta este mismo instante. Te extrañas, pues has estado mirando el mismos paisaje varios minutos, pero no importa ahora. Te levantas con todas tus fuerzas, sin siquiera importar si es tu cabeza que te juega una mala pasada, simplemente empiezas a correr hacia esa silueta que se va acercando a cada paso que das.
A medida que te acercas, vas reconociendo lo que te hizo tener un rayo de esperanza, y es... Una señal. Una mera y simple señal de tráfico hizo que soñaras que este vacio se iba a terminar en cuestión de segundos. Sientes como tu corazón y garganta se encojen de la desesperación.
Pero hay algo en esa señal que te desconcierta. No está en un lugar en donde debería estar, de hecho, se encontraba justo en mitad de la carretera, donde se supone que pasan coches. Decides verla con más detalle, aún que sea una mala idea.
Aún que fuera una terrible idea.
Lees la señal, parpadeas más de dos veces. La lees de nuevo, y sientes como tu respiración se detiene, al igual que tú pulso. Lo que estás leyendo no es real, piensas. Debe ser una pesadilla, una broma de mal gusto. Quieres vomitar, pero no tienes flujos estomacales suficientes. Piensas:
"Eres lo que comes."
"¿Dónde está la gente?"No quieres leerlo de nuevo, eso provocaría un posible ataque de ansiedad. Hasta que finalmente, sientes ganas de vomitar, llegando a expulsar de tu estómago lo que parece ser un diente.
Un diente humano, no cabe duda. Es una muela, de hecho.
De la angustia, sientes como tu cabeza da vueltas. Empiezas a ver borrosamente el diente en el suelo, justo entre ti y la señal. Miras hacia arriba, y el cielo se está tornando oscuro, al igual que el suelo, tus manos, y la señal...
Ya no sientes nada, ni si quiera de si estás vivo, desmayado o muerto.
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La imagen de portada es originalmente del Mangaka "Junji Itto"
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Eres lo que comes - Oneshot
HorrorEste Oneshot tratá de ser terror psicológico El mundo está igual que siempre, excepto un hecho que si bien es trivial, te produce una angustia inexplicable