Hechizados por el encanto

Capítulo 7: Un Encuentro con los Padres

Han pasado varias semanas desde el juego de verdad o reto, y Ariaghne se encontraba en un momento crucial de su vida. Había llegado el momento de tomar una decisión sobre con quién quería estar y explorar una relación más profunda. Durante ese tiempo, había conocido a los padres de Maya y Alex, y ahora estaba a punto de conocerlos a ellos.

Un día soleado, Ariaghne recibió una invitación para visitar el hogar de Maya. Era un lugar encantador y acogedor, lleno de plantas exóticas y colores vibrantes. Maya estaba emocionada de presentarle a su familia, y juntas se adentraron en el jardín trasero.

Allí, Ariaghne conoció a los padres de Maya, quienes irradiaban calidez y amor. Su madre, una mujer de cabello largo y oscuro con ojos llenos de bondad, la recibió con un abrazo cariñoso. Su padre, un hombre amable y apacible, les mostró el jardín y compartió historias fascinantes sobre las plantas y su conexión con la naturaleza.

Ariaghne se sintió atraída por la serenidad y la espiritualidad de la familia de Maya. Había una conexión profunda entre ellos, basada en la pasión por la vida y el respeto por el mundo natural. Maya y sus padres irradiaban amor y unidad, y Ariaghne podía imaginar una vida llena de armonía y crecimiento a su lado.

Después de despedirse de Maya y su familia, Ariaghne se dirigió a la casa de Alex. La residencia estaba ubicada cerca del mar, con una vista impresionante y una brisa fresca que acariciaba su rostro. Alex le mostró su habitación, llena de libros y obras de arte, reflejando su pasión por la creatividad y el conocimiento.

Fue recibida por los padres de Alex, dos personas cálidas y acogedoras. Su madre, una mujer con cabello rubio y una sonrisa amable, la abrazó con ternura. Su padre, un hombre elegante y con una mirada inteligente, la invitó a una conversación apasionante sobre la historia y los mitos antiguos.

Ariaghne se sintió atraída por la inteligencia y la curiosidad de la familia de Alex. Había una conexión profunda entre ellos, basada en la exploración del conocimiento y el amor por las artes. La familia de Alex irradiaba pasión y aventura, y Ariaghne podía imaginar una vida llena de descubrimientos y crecimiento intelectual a su lado.

Al final de la visita, Ariaghne se encontró en un estado de confusión y sentimientos encontrados. Había sido testigo de las hermosas cualidades de Maya y Alex, así como de sus respectivas familias, y se sentía atraída por ambas experiencias.

Dos meses habían pasado desde el juego de verdad o reto, y los tres habían tenido tiempo para convencer a Ariaghne de que ellos eran la mejor opción. Durante ese tiempo, compartieron momentos especiales, profundizaron su conexión emocional y se esforzaron por mostrarle su amor y apoyo incondicional.

Pero Ariaghne todavía se encontraba en una encrucijada, incapaz de tomar una decisión definitiva. Su corazón estaba dividido entre el espíritu libre y espiritual de Maya, y la mente inquieta y creativa de Alex. Cada uno de ellos le ofrecía un camino diferente, y no estaba segura de cuál debía seguir.

Con el corazón agobiado por la indecisión, Ariaghne se retiró a su habitación en el instituto para semidioses. Se dejó caer en su cama, mirando al techo mientras las dudas la consumían. Sabía que debía tomar una decisión, pero no quería precipitarse ni lastimar a ninguno de ellos.

En ese momento de reflexión, decidió que necesitaba tiempo para explorar sus sentimientos más profundamente. Había una parte de ella que anhelaba una conexión espiritual y emocional, mientras que otra parte buscaba una estimulación intelectual y creativa. Ambos caminos eran atractivos y significativos para ella, pero tenía que encontrar una forma de reconciliarlos.

Ariaghne cerró los ojos y respiró profundamente, permitiéndose sentir su propia fuerza interior y confiar en su intuición. Sabía que tenía que tomar una decisión, pero también sabía que tenía que hacerlo en sus propios términos y cuando estuviera lista.

Tampoco podía olvidarse de que también estaba Damián.

Y así, con el peso de la decisión en su corazón, Ariaghne se sumergió en un sueño profundo, esperando que el siguiente capítulo de su historia le mostrara el camino hacia la verdad y el amor verdadero.