Capitulo 3

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El sábado por fin había llegado. La mayoría de los jóvenes de su edad seguro usarían este día para descansar del ajetreo de la semana; pero Reo no era como el resto. Él se levantaba temprano en la mañana solo para poder hacer sus deberes escolares. Luego de eso iba a acompañar a su padre a la empresa y le brindaba su ayuda a los trabajadores de ahí. A diferencia de lo que muchos podrías llegar a pensar, Reo no hacía esto por ninguna razón que lo beneficiara a él, lo hacía simplemente porque quería desarrollarse en ese campo de trabajo. De verdad le hacía ilusión algún día poder heredar la empresa familiar.

—Joven Reo, deje eso, yo puedo encargarme — la secretaria de su padre se le acercó rápido al ver toda la cantidad enorme de papeles que Reo planeaba poner al día

—No se preocupe, Mizumi-san, para mí es un placer poder ayudar aquí — El Mikage le dedicó una linda sonrisa a la mayor

Kim Mizumi era una mujer de 45 años, que era madre soltera de 3 niños. Reo realmente la admiraba por sacar adelante a sus hijos ella sola. Por eso le gustaba ayudarla más que a nadie. La mujer tenía una gran gama de conocimientos empresariales, por eso Reo disfrutaba de su compañía

—Usted si que es un joven misterioso. Mi hijo haría cualquier cosa antes de ponerse a adelantar papeles

—Creo que Kaiyo es un chico extraordinario de verdad. Tal vez solo necesita un poco más de energía — Asi es, Reo conocía a los tres hijos de la señora, había pasado su preparatoria con el mayor, y en una de sus tantas sesiones para estudiar, logró conocer a las dos menores

Llegaban casi las 4 de la tarde cuando Reo se percató, que si no se iba arreglando ahora, no iba a llegar a tiempo a la cita. Se despidió de su padre y de los demás trabajadores del lugar y se dirigió a su casa para cambiarse de ropa

Una vez llegó a su cuarto, buscó la ropa que había apartado específicamente para ese día.

La verdad es que.... Ni siquiera él sabía porque había aceptado esa cita a ciegas. ¿Decía la verdad cuando decía que no quería saber nada de amor? No tenía idea... Si... Él era alguien muy raro

En fin, se arregló y preparó todo para ir a la cita. Agarró su auto y condujo hasta donde iba a ser el dichoso encuentro. Una vez allí, entró y dirigió su vista por el lugar, buscando algún rostro familiar hasta que oyó una voz que lo era

—¡Reo! — Kunigami se encontraba sentado en una mesa del fondo del lugar. Tenía su típica sonrisa y vestía de forma elegante. Creo que se tomó demasiado enserio lo de "ve presentable"

Reo tomó asiento frente a su amigo y enseguida empezaron a conversar

—Lo Siento, ¿Llevas mucho esperando? — preguntó Reo

— No, tranquilo. Llegué hace poco — Kunigami bebió un poco de su soda — En fin, Nagi vendrá pronto. Espero os llevéis bien

—Chigiri seguro llega pronto. Debe estar arreglando su cabello — casi que se podía imaginar a Chigiri frente al espejo con su secadora y cepillo, listo para arreglarse

En ese momento, la campana de la entrada sonó. Reo dirigió su vista a la puerta y vió a su amigo pelirrosa entrar. Su cabello iba recogido en una cebolla y llevaba una ropa típica. Reo se levantó y saludó a Chigiri, este le vió y se dirigió con ellos

—Disculpa la demora, Reo — Hyoma se acercó a la mesa y tomó asiento junto a Reo

—No te preocupes por eso. Déjenme presentarlos. Kunigami, él es Chigiri Hyoma. Chigiri, él es Kunigami Rensuke

—Oh- es un pla-

El lugar quedó en silencio un momento en cuanto los chicos se vieron. Ambos se dieron cuenta enseguida... "Eran almas gemelas"

La vista de ambos empezó a tomar un millón de colores. Al igual que el rostro de ambos

—¿Chigi-?

Una voz se oyó de nuevo acercándose a la mesa— Kunigami, disculpa, ya estoy aq-

{Explosión de colores} -NagiReo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora