CHAPTER EIGHT : Glory

2K 269 12
                                    

1x8
Gloria

Daario y Gendry se encontraban lado a lado, jadeando, mientras se enfrentaban a los dos últimos guardias del Cangrejo. No todos los hombres del enemigo eran guerreros inexpertos. Gendry lo descubrió rápidamente cuando quedó atrapado luchando contra dos de los más hábiles, hasta que Daario mató a uno y alivió algo de la presión sobre él.

Frente a ellos había un hombre unos centímetros más alto que ellos, usando su fuerza bruta y su enorme hacha para mantener a raya a Gendry y Daario. Tenían que confiar en su velocidad para hacer cortes a través del gigante y esperar drenarlo lentamente antes de moverse para acabar con él cuando se cansara demasiado. Daario esquivaba los ataques para mantenerlo a raya; sabían que un solo golpe de esa hacha significaría el fin.

—Nos están retrasando para que no podamos seguir a Corwyn. —dijo Daario, lanzando una rápida mirada a Gendry.

—Él estará bien, es uno de los mejores guerreros que conozco. —respondió Gendry, aunque en el fondo no podía evitar preocuparse por su amigo. — Dale algo de confianza, Daario.

Daario asintió, pero la preocupación lo carcomía. Desde que conoció a Corwyn, Lyanna y Gendry, supo que serían grandes guerreros, pero aún eran niños jugando a ser adultos en una guerra

Y, joder, eran impulsivos, aveces no se detenían a pensar.

En su distracción, no se dio cuenta de que Gendry, en un acto de valentía o locura, se lanzó contra el gigante.

Gendry, más rápido que Daario, usó su velocidad para cerrar el espacio. Cuando estaba dentro del alcance del hacha, el gigante la balanceó hacia atrás, listo para lanzarla. En ese mismo movimiento, Gendry usó su agilidad para saltar a la derecha del hombre, clavando su espada en el área entre el hombro y el cuello antes de retirarla. El hacha del hombre se detuvo justo antes de rozar el pecho de Gendry, y el gigante cayó al suelo, tomando sus últimas respiraciones.

Daario bufó, viendo la acción imprudente del chico. No pudo evitar sentirse como un padre orgulloso; después de todo, había sido eso para esos tres chicos desde que se unieron a la tripulación hace seis años.

Antes de que pudieran avanzar, Alyn apareció, habiéndolos seguido en silencio. Se unió a ellos con una mirada decidida.

—No podemos perder tiempo —dijo Alyn—. Lyanna está en problemas, bajo del dragón para buscar a Corwyn, y...no la he visto desde entonces.

Eso fue suficiente para que Gendry y Daario corrieran seguidos de Alyn hacia adelante, el sonido de la batalla cada vez más fuerte. Encontraron a Lyanna luchando con tres guerreros, sus movimientos fluidos y letales, pero claramente en desventaja.

—¡Lyanna! —gritó Gendry, lanzándose hacia uno de los guerreros para ayudarla.

Alyn y Daario se unieron rápidamente, la batalla convirtiéndose en un torbellino de espadas y gritos. El miedo latente en Daario crecía; aunque confiaba en las habilidades de los jóvenes, sabía que eran niños en una guerra despiadada.

Alyn y Gendry se movían en perfecta sincronía. Alyn bloqueó un ataque dirigido a Lyanna, permitiéndole recuperar el equilibrio y contraatacar. Gendry, con su fuerza y agilidad, derribó a otro guerrero, mientras Daario se encargaba del tercero con eficiencia brutal.

Finalmente, los guerreros cayeron, y el grupo se quedó jadeando, cubierto de sudor y sangre. Daario miró a los jóvenes con una mezcla de orgullo y preocupación.

—No podemos permitirnos más retrasos. Corwyn nos necesita.

Sin perder más tiempo, se dirigieron hacia el lugar donde sabían que Corwyn estaba enfrentándose al Alimenta Cangrejo.

WARS OF HEARTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora