EL JOVEN Y LA BESTA (Edición)

EPISODIO I

El alba se asoma con timidez mientras un hermoso Omega caminaba con aparente tranquilidad hacia el pueblo

El viento jugaba con sus rizos verdosos lo que lo llevo a posar sus rizos tras su oreja mientras observaba con monotonía la entrada de su pequeña comunidad

- Que lugar simple y aburrido, Siempre es como el día anterior, un lugar solo gente siempre que despierta así...

En cuanto finalizó sus palabras, las personas a su alrededor comenzaron a salir saludándose unas a otras de forma ruidosa

-Ahi viene el panadero como siempre, su mismo pan sale a vender, Las mañanas siempre igual desde el día en que llegue a este rústico lugar

Al querer continuar caminando la voz animada del panadero llamo mi atención

-Buenos días Izuku

-Buenos días Señor

--¿Ah dónde vas?

Cuestiono y le dedique una sonrisa

-A la librería, Acabo de leer un cuenta maravilloso de una semilla un ogro y...

- ah si... - interrumpió con poco interés - ¡Mari el pan!

por más que no me sorprendiera me decepciono un poco sin embargo solo me encogí de hombros y continue avanzando escuchando los típicos murmullos de las mañanas

Mira ahí va ese Omega tan extraño, es distraído como vez

No es de nuestra sociedad

El las nubes siempre está

No hay duda que un Omega extraño es

Intenté no prestar atención atención a esos murmullos y en cuanto cruzó una carroza salte a esta y observe la interacción cotidiana de las demás personas

-Bonjour - Grito el alfa, el cual manejaba la carroza a una bella mujer

-Buen día - Contesto la mujer que al verme igual sonrió y saludo

Vuelvo mi atención hacia los alfas que pelean por el precio de unos peces y me preguntó si se han dado cuenta que pelean por ello todos los domingos

Suspiro al no ver nada nuevo y salto del carruaje cansado de tanta monotonía

-Nada interesante de nuevo

Entro a la pequeña biblioteca del pueblo la cual se ve un poco abandona, aunque es obvio notando lo poco que las personas en la aldea les llama la atención leer

La campana de la puerta alerta al dueño de mi presencia que al verme una gran sonrisa se forma en sus facciones

- Bonjour izuku

- Bonjour - Saco de mi bolsa un libro el cual le entrego enseguida -Aqui está el libro que me prestó

-¿Ya lo terminaste?

Subo las escaleras del estante para observar los libros de más arriba

-No podía soltarlo - Observo con cuidado los libros viejos y perfectamente acomodados- ¿Tiene algo nuevo?

Suelta una risa y niega de manera divertida observándome

-No desde ayer

Muevo mi cabeza con comprensión y continuo con la búsqueda contemplado las variadas opciones

-Eres diferente izuku

Dirijo mi mirada al hombre y puedo sentir mi entrecejo arrugarse, por alguna razón la opinión de este hombre me es importante