Nunca he sido una persona que le gusten las despedidas, siempre me da una sensación de vacío el pensar que una persona que me importa está alejada de mi, sin embargo nunca había vivido una despedida como la tuya. Saber que te vas dejándome con la incertidumbre de no saber si vas a regresar, si al volver serás la misma persona de la que me enamore, sin saber si puede suceder algo que haga que todo cambie entre nosotros hace que tu partida sea más difícil que todas las demás.
El verte salir por mi puerta por última vez, diciéndome un último te amo, dándome un último beso se convirtió en una de las memorias que más tristeza me causa.
Obviamente te vi alejarte y sentí que mi corazón perdía una parte de él, sentí que mi alma sintió el vacío de tu partida, sentí como mi cuerpo anhelaba tu toque, sentí como se formó un nudo en mi garganta que no me dejo hacerte ver cuán orgullosa estaba de ti y lo mucho que te iba a extrañar.
Esa noche fue revivir lo que hace mucho no sentía, volví a tener dificultades para respirar porque mis sollozos cortaban mi aliento, sentí la desesperación de no saber que iba a ser de mi en el momento que todo volviera a tornarse difícil con mi familia y no tenerte para darme ánimos y alegarme de este ambiente.
Volví a sentir lo que es el no saber a qué hora te quedaste dormida después de pasar horas ahogada en llanto deseando que el tiempo pasara volando y que regresaras a mi lado.
Volví a sentirme vacía, después de esa despedida...
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Hasta volvernos a encontrar.
Short StoryMás que una historia de trata de un diario de una persona que está aprendiendo a amar y que le tocó sobre pasar más dificultades de las esperadas. Dedicado a esa persona por la cual día a día trato de sobrevivir para volver a su lado.
