En la ducha mis lágrimas se camuflaban con las gotas de la misma. Lloraba por la razón de no saber si nos íbamos a ver de la misma manera.
Me dejaste un vacío infinito, un cruel sabor amargo en la boca, un nudo en mi garganta que no se desata.
Nunca pensé que me ibas a doler tanto, pero ahora veo que sí y a vos te importa poco.
Perdón por el cuento de hadas que inventamos, perdón por no ser la imagen que vos querías. No soy la perfección como solía serlo. Cambié y vos no lo aceptaste, no te entiendo.
Maduro y cambio, no como vos que seguís teniendo la mente cerrada.
Pero aunque seas así... te amo de una forma no inexpicable para el ser humano, me enamoré de tu forma de ser. Pero me rompiste el corazón en mil pedazos.
Gracias. Te agradezco por demostrar como sos en realidad.
Si ves esto... quiero que sepas, que me hiciste mierda. Gracias.
—Emma Frias
Perdón si está mal relatado, pero escribo con bronca por su traición
