Freaky Friday 🥴|•| Mini Sproier Au |•| Finalizada

Epílogo

Suspiré mientras observaba las gotas de lluvia caer por el ventanal de mi clase, el día estaba horriblemente mal, odiaba los días lluviosos, honestamente prefería mil veces poder salir del instituto sin tener que mojarme. Volví mi vista al frente, observando a la profesora de artes, tomé mi lápiz y comencé a dibujar, al menos algo bueno tenía que traer este día tan gris.

Un pequeño golpecito en la parte trasera de mi cabeza provocado por una bola de papel me hizo salir de mi trance, volteando luego de oír algunas risas detrás de mí, observando como el grupo de imbéciles de la clase me hacían muecas y burlas por lo bajo. solté un pesado suspiro, ya harto de sus idioteces y volví a lo que estaba haciendo.

Odiaba ser el maldito punto blanco de algunas varias burlas y bromas de aquel grupo de molestos, eran cuatro imbéciles que lo único que sabían hacer es molestar a los demás, ya que se dice por todo el instituto que sus notas bajan más que el subsuelo... Bueno, al menos tres de ellos eran los peores, había uno que no le iba tan mal, y a veces me pregunto el porque está con ellos.

El primero de ellos se hace llamar Rubius, el mayor del grupo, lo único de grande es su edad y su altura, porque su cerebro no tanto, incluso se podría comparar con el de una rata.

El segundo es Alex, más conocido como Quackity; él... Bueno, su sueño es ser abogado, pero estoy cien por ciento seguro de que lograria encerrar a su cliente e incluso a él mismo en la cárcel.

El tercero es Shad; el francés, es el único no tan imbécil del grupo, le va bien en casi todas las materias, lo único malo que tiene es que está con ellos, y ya.

Y por último y no por eso el menos importante; Iván, apodado Spreen por él mismo, es el imbecil más imbecil de todos de aquel grupo, es un tipo demasiado irritante, él es el que comienza todas las bromas de mal gusto y el que más molesta a los demás, la única razón por la cual es popular en el instituto es porque es guapo y todas las adolescentes hormonales van detrás de él, pero fuera de eso, su personalidad es una completa basura.

—Señor DMC le voy a pedir que se siente bien en la silla—

Lo observé en un intento de disimular, él se acomodó en el asiento y me observó de reojo, quité mi mirada de inmediato, volviendo a mi dibujo, que por cierto, estaba quedando bastante bonito.

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La clase acabó luego de que la campana sonara, comencé a guardar mis pertenencias en mi mochila preparándome para salir, pero antes de poder levantarme, sentí un golpe en mi nuca, volteando a ver al estúpido de Spreen riendo como imbecil mientras caminaba tranquilamente con sus amigos hasta la salida, solté un gruñido e iba a ir tras él para plantarle cara y decirle lo muy cansado que me tiene, pero apenas cruce la puerta, choqué contra una persona, logrando así que perdiera el equilibrio y cayera al suelo

—lo siento, estás bien?—

Oí una voz masculina, pudiendo observar así a un joven de ojos claros frente a mí, tendiendome la mano, brindándome ayuda. Lo observé unos segundos antes de tomarle la mano y pararme del suelo, él me sonrió y yo correspondí nervioso

—Lo siento, yo debí prestarle atención al camino—

Me disculpé algo nervioso, lo observé a los ojos.. esos hermosos ojos, cada vez que los veía sentía como si el mundo a mi alrededor se esfumaba, y solo nos encontrábamos él, sus hermosos ojos, y yo, un tonto sin rumbo.

—Este.. yo—

—Roier—

Llamó una persona detrás nuestra, arruinando nuestro precioso momento. Ambos volteamos a verla, notando que era la profesora de artes