Único

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Buggy observa el mar, recargado en la barda de madera, ni siquiera se siente como si hace unas horas hubiera sido participe de una guerra y que estuvo a punto de morir varias veces.

La brisa y el ritmo del mar están tan calmados, se pregunta si esto es como si el mundo estuviera de luto.

La respuesta es no, nadie le lloraría al hijo del pirata más temido de todos los tiempos.

Suspira cansado y sigue observando, aún lo extraña, extraña a su capitán, no sólo a él, extraña los viejos tiempos en donde navegaba sobre el mar junto a...

—¿En qué piensas? — La voz de Shanks resuena en sus oídos y él no puede hacer más que estremecerse en su lugar cuando siente que lo rodea con su brazo por su cintura, gira y pone su mano en la cara del pelirrojo para alejarlo de él.

—¡Idiota, quien te dio permiso de venir y tocarme como quieras, uh!

—Vamos~ Solo quería venir a verte, te estoy pidiendo un poco de tiempo a cambio de haberte sacado de la guerra.

Buggy no dice nada y aleja su mano de Shanks cuidadosamente, bajando un poco la guardia mientras su amigo de años sonríe.

—¿Dónde conseguiste a esos hombres para tu tripulación?

—Son idiotas que querían escapar de la cárcel, qué puedo decir, no se resistieron y quisieron estar bajo mi mando.

—Es así...— Con su brazo aun sosteniéndolo, el capitán del barco lo acerca más hacia él.

Buggy se tensa, pero no dice ni hace algo al respecto, siente los ojos del contrario encima de su cara, como si estuviera inspeccionando cada parte de su rostro.

—Buggy...— Al pirata apenas le da tiempo de girar la cabeza cuando el rostro de Shanks ya está encima del suyo.

—No te confundas, yo solo estoy aquí por transporte y nada más—Menciona mientras aprieta un poco su mano alrededor de la mandíbula de Shanks que chilla en bajo, fingiendo un puchero.

Buggy desvía su mirada, no es que no quiera que Shanks lo sostenga, pero su instinto no deja de tildar desde su aparición en la guerra, con cuidado se separa del agarre del emperador del mar.

—¿Cómo fue que hiciste eso?

—¿Qué cosa?

—Sabes de lo que hablo, detuviste una jodida guerra, idiota.

El pelirrojo guarda silencio, se alza de hombros y sonríe hacia el payaso que tiene enfrente.

—Es el poder que un emperador tiene en el mar Buggy, eso es de lo que soy capaz ahora.

El mencionado solo agacha la mirada, no le gusta la sensación que nace en su pecho, es incomoda y extraña, desde hace un tiempo que la siente cuando está cerca de Shanks.

Alza la mirada mientras el pelirrojo observa las largas pestañas de su compañero hacer sombra sobre el color de sus ojos.

—Eres un mentiroso de mierda...

—¿Perdón?

—Lo que escuchaste— Buggy se cruza de brazos, no le importa si está frente al hombre más fuerte del mundo —¿De verdad crees que puedes mentirme a mí? Estuvimos en el mismo barco por años.

Suspira y desvía la mirada, no sabe cómo sentirse, solo sabe que tiene muchas sensaciones dentro de su pecho, no le gusta que sean por Shanks, pero tampoco puede ignorarlas.

Después de la ejecución de su capitán, Buggy estaba tan decepcionado de que su amigo no fuera detrás del One Piece, porque estaba casi seguro de que seguiría con el legado que Roger les había dejado, que él era el indicado, siempre tuvo fe ciega hacia él.

Y si hubiera sido así, no hubiera dudado en ir con él sin pensarlo, aun cuando sabía que pensaban muy distintos sobre lo que era ser un pirata y sus ideales eran totalmente contrarios, no le hubiera importado, hubiera estado orgulloso ser parte de su tripulación.

Siempre supo que había algo en Shanks que nunca pudo descubrir, siempre lo observó desde lejos, teniendo muchas dudas en su mente ¿Qué fue lo que Shanks le preguntó a Roger cuando regresaron de Laugh Tale que lo hizo llorar? ¿Qué respuestas estaba buscando Shanks?

Y ahora, después de años, ese agujero negro de información era más enorme ahora ¿Detener una guerra solo por ser emperador? Buggy no dudaba que tuviera el poder para eso, pero su instinto, aquel que lo había salvado la mayoría de las veces de la muerte, le decía que había cosas detrás de eso.

Cuando estaban hombro a hombro, siempre tuvo sus reservas, pero ahora era peor, era como si Shanks fuera lo desconocido.

Recordar todo eso lo hace bajar la mirada y apretar los labios, sus cejas hacia abajo delatan su estado de ánimo sobre el tema —Puedes engañar al resto, pero no a mí, eres muy tonto si crees que puedes hacerlo.

Buggy conocía a Shanks como memorizaba sus queridos mapas, y justo ahora, parecía más un acertijo que lo impedía encontrar un tesoro, un camino sin una cruz en donde supiera hasta donde debía de llegar — Yo ya no...sé quién es el hombre que está frente a mí, Shanks, yo no sé...quién eres ya.

—Buggy...

—Es todo, déjame en paz, se acabó.

Sus pasos hacen ruido en la madera mientras se da la vuelta y se intenta alejar para poner distancia entre ellos, pero puede escuchar el ruido de las sandalias ir detrás de él.

—Buggy escúchame— El pirata lo toma de la muñeca y lo hace girar sobre si para cruzar miradas de nuevo.

—¡No hay más que hablar idiota, suéltame o voy a golpearte enserio!

Siente una presión sobre sus labios apenas deja de hablar, se congela.

El pelirrojo se separa levemente después de lograr que Buggy no se mueva de su lugar. Suelta su muñeca y posa su mano en uno de sus hombros, comienza a recorrerlo poco a poco hasta posarla en su espalda baja.

—Solo tienes que confiar en mi ¿Sí? Puede que sea un desconocido ahora, pero mis sentimientos por ti siguen siendo los mismos...todos estos años se han mantenido intactos, créeme por favor.

Buggy no sabe que decir, tiene la vista encima del hombro de Shanks, y siente como su nariz comienza a acariciar su mejilla.

Sabe que no es el mismo que conocía, le esconde algo, no le gusta, siente un nudo en su estómago.

Pero sabe que Shanks no le miente, su abrazo se sigue sintiendo igual, la calidez de su cuerpo es la misma, la forma en la que lo mira es suficiente para que sepa que aún lo desea y lo quiere, su conexión sigue intacta, porque Shanks es un desconocido.

Pero su amor por él, Buggy nunca lo ha puesto en duda.

—Eres de lo peor...— Gruñe en bajo mientras se aferra con fuerza a su espalda con ambas manos, se rinde.

Shanks busca sus labios y consigue un beso del hombre que ha amado toda su vida mientras su mano acaricia su piel por encima de su camisa.

Con cuidado muerde su labio inferior y escucha un pequeño gemido salir de su boca, se separa ligeramente sintiendo la respiración del más bajo sobre su barbilla.

—Vamos adentro.

Buggy no dice nada, solo deja que el pelirrojo vuelva a rodear su cintura para llevarlo hasta una puerta de madera que está del otro lado del barco.

El hombre que lo sostiene no es el mismo, pero sus sentimientos sí lo son. 

Decide que por hoy, la nostalgia gana.

Desconocido [ShanBuggy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora