Capítulo único

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Hyunjin sabía lo que iba a pasar, ya estaba preparado para eso. Pero aún así no evitó que soltara un grito de sorpresa cuando fue tomado del brazo por Changbin, lanzado en su hombro como una muñeca y llevado a la sala principal de su dormitorio.

Fue bajado e inclinado en la mesa haciéndolo soltar un gemido con fuerza. Las risas de los demás, sus novios, le hicieron erizar los vellos.

—Mira, tan bonito —dijo Jisung tomando a Hyunjin de la cintura—. Tan coqueto con ese rubio como si no supieras a quien perteneces.

Una mano lo tomó del pelo y le jaló. Hyunjin gimió con fuerza.

—Malo, malo hyung —dijo Jeongin con burla en su voz—. Sabes que debes ser castigado.

Hyunjin volvió a gemir levantando más el trasero, invitándolos. Escuchó varios gemidos y sonrió. Luego soltó un pequeño grito cuando le golpearon en el trasero.

—¿Uh? —escuchó una voz y sonrió cuando le bajaron el pantalón y los gemidos sonaron en la sala. Otra palmada golpeó su trasero.

—Puta —rió Minho. Sintió una mano tocando el enchufe que se había metido en el culo ya sabiendo lo que iba a pasar.

—¿Llevaste esto en todo el vuelo? —preguntó Chan, un toque preocupado.

—Nah —respondió por él Seungmin—. Debió ponérselo en el viaje —otra mano agarró otra nalga. Abrieron más sus mejillas. Una mano presionó más el enchufe provocandole un gemido.

—¿Lo hiciste, Hyune? —preguntó Félix. Su voz gruesa provocando un temblor en todo su cuerpo— ¿Te abriste para nosotros en ese viaje?

—O tal vez se inclinó ante el otro chico —gruñó Jisung, la mano sacó solo un poco el enchufe antes de volverlo a hundir sacándole un quejido lastimero. Hyunjin sabía que se sentirían celosos, sabía que ese clip de Troye mirándolo (comiéndoselo con la mirada) se haría famoso. Y sabía que sus novios eran muy celosos —. Apuesto que te inclinaste ante él en un baño de esa mansión y le chupaste la polla.

—O tal vez te dejaste follar —dijo Changbin—. Rogaste por la polla de otro hombre como la puta que eres porque ninguno estaba ahí.

Hyunjin ya se estaba desesperando. Se sentía lloriquear. Sí, estaba rogando por polla. Por siete pollas. Las quería todas para él.

—Contesta —ordenó Chan dándole una palmada en el trasero haciendo gritar a Hyunjin. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Necesitaba liberación y no querían dársela—. Contesta, sedienta de atención.

—Fui a mi casa —respondió Hyunjin—. Fui a mi casa y me abrí para ustedes.

El enchufe fue sacado sacándole a Hyunjin un quejido ante el vacío.

Fue rápidamente llenado con una polla provocando un temblor en su cuerpo. Dios, se sentía tan bien.

La polla dentro de él comenzó a golpearlo con fuerza y rapidez, un ritmo de castigo que buscaba solo su liberación, no la de Hyunjin. No cuando tenía otras seis pollas que tomar. Su rostro fue tomado por otra mano y observó a Minho sonriendo.

—¿Ya estás feliz, princesa? —dijo, su pulgar pasando por el labio inferior de Hyunjin hasta abrirle la boca— ¿Quieres más? ¿Quieres que te llenen todos tus agujeros? —la polla dentro de él hizo un golpe que sacó un gemido en Hyunjin haciéndole voltear sus ojos.

—Responde, Hyung —gruñó Jeongin, su voz agitada. Él es quien estaba follandolo.

—Sí. Sí —gimió. Fue tomado del pelo y quitado de la mesa. Minho, ya sin pantalones (de hecho nadie tenía pantalones), se apoyó en la mesa para que el rostro de Hyunjin quedara frente a la deliciosa polla. La tomó rápidamente en su boca, sin perder el tiempo en hacer sentir bien a su amante. Los gemidos de Minho no tardaron, tomando el rostro de Hyunjin y comenzando a follar su boca.

Hyunjin comenzó a sentir manos errantes. Dedos tomando sus pezones y retorciéndolos, manos golpeando su polla goteante. Sentía tanto. Siempre sentía tanto con ellos. Por eso los amaba tanto.

El gemido fuerte de Jeongin fue lo que necesitó escuchar para saber que el chico se había corrido dentro de él. La polla saliendo de su boca y corriendose en su cara lo sacó de su bruma.

Manos nuevas lo tomaron. Manos pequeñas en su cintura y gruesas en su pelo y dos pollas nuevamente en su culo y su boca. Hyunjin saboreó, soltando quejidos de placer, la dicha recorría su cuerpo al ser usado como tanto le gustaba por sus novios.

Le encantaba que le dieran atención. Le encantaba que lo tuvieran ahí, sus manos recorriéndolo mientras les brindaba todo el placer que Hyunjin podía darles.

Otra venida en su culo, otra corrida en su cara. Y nuevamente se intercambiaban.

Nadie le atendía, su polla estaba dura contra su estómago pero a Hyunjin no le importaba. No le importaba más nada que ser usado por sus novios. Pero Chan, quien lo penetraba por detrás, no pensaba lo mismo. Sus estocadas golpearon firmemente en la próstata de Hyunjin provocando un ardor en el estómago que bajó hasta su polla.

Se corrió con fuerza, sin ser tocado, solamente estimulado por detrás mientras la deliciosa polla de Seungmin golpeaba su boca.

Dos corridas más lo adornaron y Hyunjin creyó que había acabado. Sin embargo, se dió cuenta que contó mal cuando, con piernas temblorosas, fue llevado hasta el sofá.

Jisung lo esperaba ahí, la polla dura contra su estómago. Sentó a Hyunjin en su polla con rapidez y comenzó a follarlo con fuerza provocando que Hyunjin no pudiera más y se recostara contra el pecho del chico. Su cabeza sobre su hombro mientras veía a sus novios, desnudos de la cintura para abajo, viendo como otro de ellos lo terminaba de destrozar.

—Nuestro príncipe —dijo Changbin embarrando más semen en la cara de Hyunjin. Había una mezcla de semen y lágrimas en su cara y aunque Hyunjin sabía que sería un desastre de limpiar no le importaba.

En su bruma, podía ver a Minho grabando, estaba segura que guardarían todos ese video de como destrozaron a Hyunjin de demostraron que era suyo.

—Eres nuestro, príncipe —murmuró Jisung en su oído como si leyera la mente de Hyunjin. Su polla lo follaba con fuerza golpeando en su próstata maltratada. La polla de Hyunjin estaba erecta nuevamente goteando presemen ante una liberación venidera—. Míralos caer ante tí. Por mucho que otros te amen siempre serás nuestro.

Hyunjin gimió con fuerza, los brazos de Jisung apretaron su cintura y lo folló más fuerte.

—Dilo —gruñó el chico. Otras voces lo siguieron.

—Dilo, Hyun.

—Dilo, bebé.

—Dilo, Jagi.

La mente de Hyunjin se estaba volviendo papilla, no sabía que decía, solo sabía que estaba diciendo algo. No podía escuchar nada, los gemidos de Jisung y los suyos mezclados abrumaban su mente.

—Suyo. Suyo. Suyo —seguía gimiendo Hyunjin.

Las manos sobre él, los labios recorriendo su cuerpo lo hicieron llorar. Su mente era un caos. Se iba a volver loco.

Estos hombres lo iban a volver loco.

—Ven, príncipe —gimió Jisung, su voz entrecortada por el placer—. Ven por nosotros, mi amor.

Hyunjin se corrió con fuerza. Sus gemidos se escucharon por toda la habitación y no le importó lo que podrían pensar los vecinos.

Su mente estaba en blanco. Solo sintiendo amor y placer. Las manos tocándolo, los labios besándolo en la boca. Estaba tan lleno de placer que sentía que podía morir ahora mismo e iba a hacerlo feliz.

Estaba feliz.

Estaba en casa.

Nota: TACHAN. Fue solo algo que salió de la nada. Nada más porno. Espero que les haya gustado.

Jealousy, jealousyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora