3. Un juego de los dos ( Toni Kroos y Ava)

Prefacio

Prefacio.

Toni Kroos había nacido y crecido en un lugar frío, en un lugar donde la escarcha asfixiante en invierno y otoño era algo natural y familiar, en un lugar donde las nubes cubrían el cielo , volviéndose amenazas grises, preparando copos de nieve grandes, helados, afilados y únicos a la vez. Un lugar tan lleno de vientos que congelan el aliento y la respiración:

Alemania .

El mediocampista del Real Madrid salió de su departamento , cerrando la puerta tras él, su indumentaria aquel día de entrenamiento era abrigadora, porque a pesar de que Madrid no era tan frío como Alemania, España también mostraba inviernos crudos.  Manejó por la avenida principal de Madrid, camino al estadio Santiago Bernabéu, donde los merengues entrenarían aquel día. En su trayecto, pasó cerca de uno de los parques más famosos de la ciudad: el parque del Retiro. Aquel sitio le traía recuerdos que de unas semanas para acá, Toni trataba de evitar. Sus labios se definieron en una línea seria, tratando de evitar los pensamientos que llegaban a su cabeza.
Dio la vuelta en una esquina, para tomar el camino directo al estadio y observó su reloj: 8:00 de la mañana. El entrenamiento iniciaría a las nueve. Sabía que era temprano, pero como alemán que era, solía ser estrictamente puntual.
Ingresó al estacionamiento del estadio, saludando de lejos al encargado de seguridad. En su auto, música indie en inglés lo acompañaba en su trayecto. Toni se estacionó y bajo el volumen de la música.
Justo cuando estaba a punto de apagar el estéreo de su auto, una canción conocida empezó a sonar. Era Casper. La canción que había escuchado al lado de Ava en Valencia, mientras la poseía por primera vez. El recuerdo lo golpeó de manera inesperada . Pasó saliva, intranquilo.
Ava y él habían terminado hace casi un mes, y él no se acostumbraba a la idea. Ambos se portaban de manera estrictamente profesional. Incluso se saludaban con cordialidad, pero pensar en ella, repasar los recuerdos, dolía. Especialmente porque a sus ojos, ella se veía mucho más hermosa que antes, si es que era posible, sus ojos, su gesto, su sonrisa. Y Toni tenía que resistir la tentación de hablarle, de acercarse a ella.
El presidente Florentino había sido muy claro al decirles que tenían que terminar su relación o Ava sería despedida. Así que Toni tomó el sacrificio, terminando con ella. Ahora solo eran compañeros de trabajo.
La relación con ella siempre fue intensa y apasionada desde un inicio, por eso había sido especialmente difícil el mantenerla congelada para ambos.
Toni esperó que terminara la canción y bajo del coche. En sus manos llevaba un termo con café y lo bebía a pequeños sorbos debido a su calor.
Al menos, entre tanta soledad y melancolía, Toni había recibido una buena noticia durante el fin de semana. Habría algunos encuentros amistosos con otras selecciones ahí mismo, en España, lo cual significaba que Toni podría , al igual que los demás, separarse un poco del Real Madrid, tomar algo de aire, tratar de olvidarse de Ava. Serían dos semanas de encuentros amistosos y la selección alemana jugaría tres: contra Francia, Brasil y Croacia.
Toni subió al estadio para dirigirse a los vestidores. El futuro se vislumbraba un poco más claro.
O al menos eso era lo que él pensaba.