PROLOGO

131 15 2
                                    

PROLOGO

Nunca me detuve a pensar sobre cuál era la verdadera razón de sentir aquel sentimiento extraño dentro de mi pecho, algo como una especie de vacío. Intentaba ignorarlo o llenarlo de diversas maneras, sin embargo, no lo conseguía, y lo que más me intrigaba era que no sabía el motivo, o tal vez sí, pero muy dentro de mi subconsciente. 

Todo cambió aquel día....

...XXX: ¿Te acuerdas de mí?

¿Qué si lo recordaba?, ¿realmente lo hacía?, no sabía exactamente, habían pasado más de 3 años desde la última vez que nos habíamos visto,  tal vez no había pasado mucho tiempo, pero lo suficiente para olvidarme de él, en esos momentos era lo mejor para mí. Caso no cambiado, es decir alcanzó una alta estatura, y ¿por qué no admitirlo?, estaba mucho más guapo a la edad de 21, pero, sus ojos seguían siendo los mismos, de color como el mismo cielo, sólo que con la pequeña diferencia de que ya no reflejaban esa ternura y brillo especial característico de éstos, sólo vacío, tristeza, decepción y rencor, mucho rencor. 

Al escuchar nuevamente su voz y conectar miradas una vez más después de tanto tiempo, algo cambió en mi interior, de la nada ese vacío y tristeza instalados en mi pecho, se esfumaron sin dejar rastro, como si nunca hubieran estado ahí. Por un momento me sentí completamente feliz, hasta que...

"¿Te acuerdas de mí?" sopesé las palabras una, dos, hasta tres veces, su sonrisa sarcástica me ayudó a entenderlo por fin, ¡ERA ÉL!, y eso no era nada bueno. Los recuerdos se agolparon en mi mente, y su advertencia resonó en mis oídos como si me lo hubiera dicho en ese momento:

"Ruega por no volver a vernos, porque si lo hago, me encargaré de hacer tu vida miserable y desearás no haberme encontrado nunca"- en ese momento sus ojos irradiaban peligro, ahora que lo vuelvo a mirar noto que eso no cambió, es más creo que todo ese odio había crecido. 

Mi corazón galopaba a más no poder, mi respiración estaba agitada y mis manos sudaban, jamás en mi vida había sentido tanto miedo como en ese instante, de alguna manera sabría de lo que sería capaz... Más sin embargo, una parte de mí se sentía más viva que nunca; debo admitir que la idea de tener que enfrentar todo lo que pudiera pasar era tan aterradora que tenía ganas de vomitar, pero ese lado que era feliz, me ayudaría a amortiguar el dolor que llegara a sentir, pero no me detuve a pensar que eso me haría más daño del que pude imaginar.

Y aún me pregunto ¿valdrá la pena soportar tanto maltrato físico y psicológico?


Espero y les guste mucho :3


DO YOU REMEMBER ME?(ANDY BIERSACK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora